24 de junio, 2024.

540 60 15
                                    

Capítulo 26.

24 de junio, 2024.

Abro los ojos por la claridad de la luz sobre mi cara, más obliga a dejar atrás la oscuridad y la comodidad de vivir entre los sueños, de no tener que afrontar las consecuencias por todos mis actos.

Y el primero está durmiendo a mi lado.
Me doy la vuelta despacio, tratando de no despertarlo, de seguir escuchando su respiración tranquila, sabiendo que sus ojos van a seguir cerrados y no va a ver como miles de sentimientos corren por mis pupilas junto a ápices de arrepentimiento.

Quizá no tendría que haber pasado nada de lo que pasó ayer, comenzando por los besos con Hugo y terminando por las caricias de Eric.
Pero en ese momento lo necesitaba, lo miraba y sentía haberle fallado.
Y no podía seguir soportando ese sentimiento dentro de mí.
Las lágrimas me ganaron y fui yo quien lo besé, fui yo quien le pidió ir más allá.

Y quizá me arrepiento porque durante un segundo al despertar y sentir su brazo sobre mí cintura he deseado e imaginado que era Hugo quien estaba a mi lado en la cama.
Porque ha bastando verlo de nuevo para tirar por tierra todo lo que había avanzado en estos cuatro meses separados.
Porque ha bastado una sonrisa suya o un simple roce para hacerme saber que no lo he olvidado y solo he jugado a engañarme diciéndome que sí.

"Dejo las llaves dentro del bolso cuando consigo cerrar la puerta detrás de mi espalda. Estar entre estas cuatro paredes, escuchar el murmullo de la televisión puesta y el olor a la cena recién hecha hace que un sentimiento de culpa comience a pesar.

Todavía siento los labios de Hugo sobre los míos, abriéndose paso y abriendo agujeros en la débil muralla que le he presentado.
Arrasando todo lo que en estos meses pensé que había superado.
Arrasándome con él, devolviendo recuerdos que creí haber escondido bajo una caja con llave.

Avanzo con paso tembloroso por tener que afrontar la realidad, que hay otra persona que no se merece el daño que puedo hacerle.

-Hola. -La cabeza de Eric se gira para mirarme y me sonríe, sus ojos se achican y se levanta para quedar frente a mí. Me es casi imposible no sonreír al verlo a él.-
-Ya está la cena, ¿Tienes hambre? ¿Lo has pasado bien?

Sus brazos me rodean en un abrazo que me eriza la piel, porque quizá yo no merezco estos gestos de él.
Sigue sonriendo mientras se pierde hacia la cocina.

¿Si lo he pasado bien?
No sería capaz de describir esta tarde, llena de sentimientos, de altibajos, de batallas perdidas contra mí misma.
Paso la mano por mi pelo, moviéndolo de un lado a otro nerviosa, suspirando, dejando salir el aire porque no soy capaz de hacerlo con las palabras.

-¿Eva?
-Tengo que contarte algo."

Paso mis dedos despacio por su cara, tan despacio y tan suave que no se despierta. Siempre ha tenido un sueño bastante pesado, siempre me ha costado despertarlo varios zarandeos para que apagase la alamar y saliese de la cama.

Sigo pensando que no merece nada de lo que estoy sintiendo.
No merece sufrir por cada beso que ayer Hugo me robó y que yo luego traté de devolverle.

No merece que mis labios sepan al rubio cuando se juntan con los suyos.
¿Pero que hago?
No sé qué hacer.
No quiero perder al moreno que duerme tranquilo frente a mí, no quiero que desaparezca de mi vida y lo más probable es que lo haga.

Suspiro tratando de cerrar los ojos, de no mirar a los ojos a la realidad, de perderme en momentos que vienen a mi cabeza como flashes de la noche anterior.
Esa en la que fui cobarde en intentar no esconderme en él.

Ahora y siempre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora