Capítulo 1

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Pov.: Elisabeth/Beth: protagonista 

Tampoco era tan guapo, es decir, sí, tiene esa sonrisa perfecta, es alto, amable conmigo, viste bien, castaño... bueno, sí, es todo eso y más y yo era la única persona en el mundo que le había visto desnudo sin haberme acostado con él, aparte de su madre, claro está.

Parece todo tan perfecto... ahí va el inconveniente: le gusta follar. Sí, puede no aparecer ningún inconveniente, pero lo es, porque le gusta hacerlo con todo el mundo menos conmigo.

Llevamos siendo mejores amigos toda la vida y hace dos años que él me gusta, hasta vamos a ir a la misma universidad, pero este verano han pasado tantas personas por su cama que he empezado a desarrollar celos. Es una mierda. Le he enviado tantas indirectas que él es el único que no lo sabe. A veces piendo que sí lo sabe, pero como no siente lo mismo ignora el tema.

- Si no te interesa dímelo.

La cara de Mark era un poema. Mark, mi mejor amigo, con el que fantaseo.

- Sí, perdona, sigue.

- ¿Te encuentras bien?

- Sí, solo estoy nerviosa por empezar la uni...

- ¡Shhh! ¡Shhh! ¡Calla! ¡No! Basta ya.

Rode los ojos y cogí su mano, envolviéndola con las mías, lo mire con pesar y hablé.

- Por mucho que lo evites, empezamos mañana.

- Sigue siendo verano.

- Bueno...

Se levantó de la cama de un salto y negó con la cabeza con las manos en las orejas.

- Ni tú ni nadie arruinaran mis últimas horas de vacaciones.

Mark estaba más nervioso que yo por empezar el curso. Yo no tenía miedo de empezar, si no de suspender. Me había costado mucho entrar en esa universidad, ya no hablo pagarla. Mi madre no tiene dinero suficiente para pagarla, así que he ahorrado por mí misma, me decanté por esa universidad por tres razones: la primera, que estaba cerca de casa, la segunda que Mark iría conmigo y la tercera que había un maravilloso gimnasio abierto para los residentes.

Me entristece pensar que mi hermano probablemente pase por la misma situación, tendrá que ahorrar y trabajar duro para poder ir a una universidad, a no ser que llegue a mí un trabajo bueno y bien pagado, si consigo pagar los cinco años de carrera que tengo por delante, claro.

Aún recuerdo la primera vez que le vi  caminar. Yo he sido como su madre, ya que la nuestra no solía estar disponible. Él solo tenía cinco años la primera vez que me dijo que tenía mucha hambre, yo solo tenía once años cuando me presente con él en un comedor social.

Mark apareció entonces por la puerta, sacándome cualquier pensamiento triste que pudiera albergar en mi mente.

- Toma, mi madre me ha dicho que te lleves esto.

Me tendió una bolsa llena de tapers de plástico con comida en el interior. Aún que ahora yo tenga un trabajo, seguimos teniendo problemas económicos en casa.

- Sois demasiado buenos.

- No digas tonterías.

Me sonrió con esa boca tan bonita y apartó un mechón de mi pelo para ponerlo detrás de mi oreja. Esos pequeños detalles alimentaban mis ganas de besarle.

Se pasó la mano por su pelo rizado y arrugó la nariz al encontrarse con un enredo, adoraba las pecas difuminadas que tenía en toda la cara, sobre todo debajo de los ojos. Suspiró y miró su reloj de muñeca.

Los Secretos De NateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora