El agua escurría por el cabello y brazos de Katsuki con lentitud, pues llevaba largos minutos sin moverse, sentado en la bañera de su apartamento. Estaba estresado y cansado, pero sobre todo, deprimido. No había sido un buen día en el trabajo, y como eso no solía ocurrir a menudo, aún no sabía cómo sobrellevarlo.
—Katsuki, cariño. ¿Todo está en orden? —Escuchó la voz de la única persona que podría hacerlo salir de ese estado, haciéndolo abrir los ojos con parsimonia para mirar la puerta cerrada sintiéndose un poco menos intranquilo.
—Sí. Todo en orden. —Le respondió con tono neutro, y justo como ya sabía que pasaría, la puerta se abrió lentamente, dejando ver un par de bellísimos ojos dorados llenos de preocupación.
—¿Hay algo que pueda hacer? ¿Puedo traerte algo? —Ofreció Asuka con voz suave, haciéndolo sentir esa calidez que ella y sólo ella lograba impregnar en él.
—Ven aquí conmigo.
La mujer águila entró de inmediato y se acercó a paso lento, liberándose de su ligero vestido sin que él tuviera que pedírselo, para automáticamente después entrar en la bañera con sumo cuidado. Ella sin duda era la mujer perfecta.
Sus brazos la recibieron con ganas apretándola contra su pecho, mientras ella empezaba a regar besos por su cuello y mentón, provocando que su piel se erizara allí por donde sus labios lo tocaban.
—Esto es todo lo que necesito. —Declaró el hombre dando un largo suspiro, para luego buscar la boca de su novia y besarla apasionadamente, sintiendo cómo poco a poco la tensión empezaba a escurrirse de su ser.
N/A
Ok, de "kink" no tiene nada, pero esque con ese dibujo tan retetierno que me salió no pude escribir nada más! Sorry not sorry xD
¡Nos leemos mañana!
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