Asuka empezó a gemir más agudo de lo normal en cuanto Katsuki la cambió de posición, haciéndolo sonreír profundamente satisfecho.
La había atado de manos para tener un mayor control sobre su cuerpo, acostándola de espaldas sobre él para poder follarla desde atrás y tocar sus pechos, pero en cuanto la había penetrado, el volumen de los gemidos de la albina había incrementado considerablemente, cosa que le agradó, claro, pero lo hizo preguntarse si acaso había descubierto una nueva pose favorita.
Encendiéndose cada vez más al escucharla enloquecer de aquel modo, se acomodó mejor posando una mano sobre su vientre para sostenerla con más firmeza, pero lo que sintió al tocarla lo dejó de piedra unos segundos.
Un pequeño bulto sobresalía de su panza levemente, y al palparlo sintiéndose intrigado e inquieto a partes iguales, descubrió para su total estupefacción que se trataba de su verga dentro de ella, provocando que la excitación estallara dentro de su cuerpo como un volcán.
—¡¡¡Oh, Dios!!! —Chilló la joven arqueando su espalda cuando él empezó a embestirla con ahínco mientras gemía gravemente en su oído, invadido por una lujuria devastadora al sentir en la palma el golpeteo de su miembro en su interior.
—¡Grita mi nombre cuando te corras! —Bramó jadeando sin control, y al oprimir su vientre para sentir aún más lo que estaba causando en ella, la albina enloqueció.
—¡¡¡KATSUKI!!!
En medio fuertes gemidos de placer, la pareja alcanzó el orgasmo al mismo tiempo dejando fluir todo su éxtasis sin reservas, y como no podía ser de otro modo, Bakugō no se detuvo hasta que la última gota de su semen fue drenada, sintiéndose absurdamente orgulloso de que su tamaño consiguiera formar ese pequeño bulto en el cuerpo de ella.
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No puedo creer que ya casi se acaba el mes!!! 😱
Nos leemos mañana!