Día 31

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Asuka no sabía qué le gustaba más, si el sexo increíble que acababan de tener, o los besos y caricias que su esposo le daba ahora. Se sentía calentita y cómoda acostada sobre su pecho, siendo rodeada por sus fuertes brazos que la estrechaban con ternura, haciéndola sentir protegida y segura.

—No fui muy duro contigo, ¿verdad? —Inquirió él en voz baja y grave, dándole un pequeño beso en la frente que la hizo sonreír feliz por lo afortunada que era.

—Para nada. Sabes que te lo hubiera dicho. —Respondió ella apretándose más contra su cuerpo.

—Sigue preocupándome que a veces suavisas las cosas por mi. —Replicó él acariciando su figura con total delicadeza, fijándose en todas y cada una de las marcas de mordidas, chupetones y palmadas que había dejado sobre su piel.

—Ya te lo he dicho antes, mi amor. Cuando me tocas, lo único que quiero es que no pares. —Contestó levantándose levemente para darle un suave beso en los labios. —Y sabes bien que disfruto mucho cuando te pones así de intenso. —Agregó con picardía, siendo levemente consciente de su piel delicada por las nalgadas recibidas.

—Ok. Pero te juro que no lo hago más seguido por lo mierda que me siento después al verte así. —Confesó él luego de pasar suavemente las manos por su trasero, como si hubiera leído su pensamiento anterior.

Ella rió enamorada y volvió a besarlo, pero esta vez con más intensidad, sacándole un suspiro al rubio que la hizo sonreír.

—No tienes que preocuparte. Sabes bien que si algo no me gusta te lo digo en seguida. —Aseguró acariciando su rostro con dulzura, encantada con la brillante mirada roja que no la abandonaba en ningún momento. —Además, no sabes lo que me encanta que luego te pongas así de lindo y tierno conmigo. —Reveló volviendo a acostarse sobre su pecho, sabiendo que esos dos adjetivos de seguro lo estarían avergonzando en ese momento, y el gruñido que escuchó después la hizo reír al comprobar que estaba en lo cierto.

Por algunos minutos permanecieron así, acariciándose y dándose pequeños besos en silencio, disfrutando simplemente con su compañía y el calor de sus pieles conectadas.

—Te amo. —Murmuró pues Bakugō en tono muy bajito, pero lo suficiente como para que Asuka lo escuchara y se sintiera tremendamente dichosa.

—Te amo, mi amor. —Respondió ella mirándolo a los ojos con adoración, provocando que sus labios volvieran a unirse en el acto; y deleitándose con ese pequeño momento de perfección, la pareja no paró de besarse durante largos minutos, teniendo claro que no importaba lo difícil que fuera la vida a veces, si estaban juntos, siempre terminaría siendo maravillosa. 

N/A

Mis queridos y adorados lectores. Hemos llegado al final del Kinktober :')

No puedo más sino decirles que estoy inmensamente feliz de haber podido terminar todos los dibujos y relatos al completo, sin saltarme nada, a pesar de sentir que se me quemaban los ojos todas las noches al seguir en la pantalla luego de salir del trabajo, pero con la felicidad de estar haciendo lo que me gusta, contando siempre con su apoyo, sus corazones y votos, pero sobre todo, con sus comentarios, que me hacían tan feliz que en los momentos de debilidad recuperaba la fuerza y volvía a por ello.

Gracias a todos por tanto 💞 Pero debo resaltar el valioso apoyo de mis queridos patrocinadores, que con sus pequeñas donaciones me han ayudado a solventar algunos gastos extra, motivándome no sólo a mejorar mi técnica, sino dejándome claro que creen en mi y en lo que hago. Los quiero demasiado 💖

Ro VelDel

Javiera Sánchez

Pía Carmona

Swettie

Valentina Salazar

Chris

TheWar

Damaris Arraño

Vanessa Zavaleta

LuisK

Rexerprime

Idy leroux


¡Un abrazo gordo para todos!


KinktoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora