Capítulo 27

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"Se acabó."

La casa de Marc no quedaba muy lejos de la mía, así que decidí ir andando. Cuando me aproximé a la entrada, pude ver cómo había una gran cantidad de adolescentes en la casa. Gran parte de ellos en el jardín. Mi cara cambió cuando vi a Brian en la puerta principal.

—Hola, ¿qué haces aquí? —me preguntó.

—Marc me llamó.

—Pensé que no vendrías.

—No iba a venir.

—Si...eh...

—Voy a buscar a Marc, ten una buena noche.

—Jacob, yo...

Me fui. No quería escuchar nada de lo que tuviera que decirme.

En la casa, había un montón de personas, bebiendo, bailando y gritando. Sabía que toda la gente que estaba en aquella fiesta no era de nuestro instituto, había gente de otros institutos. Gente que no conocía de nada, y probablemente Marc tampoco conocía. Intenté buscarlo, pero fue imposible. Había muchas personas. Fui hasta la cocina y nada, así que subí las escaleras por si estaba en su habitación.

Lo que no sabía es que cuando abriera esa puerta, mi corazón se iba a romper en mil pedazos. Sophie estabas besando a un chico, a otro chico. A uno que no era yo.

Cuando me viste te quedaste helada, pero mi mirada se dirigió a tu acompañante. Aquel chico era el mismo con el que había discutido en el campo de fútbol, aquel que André había mencionado ese día en mi casa, tu ex novio. Sophie, nunca se me dio bien pensar rápido, pero en aquel momento todo cobró sentido y en un abrir y cerrar de ojos, lo nuestro se fue a la mierda.

—Jacob...

—Creo que será mejor que me vaya. —dijo él.

Entonces, como si no tuviera nada que ver con nosotros, salió de esa habitación, dejándonos solos.

—Tú... ¿estás con él? —pregunté.

Empecé a pensar en aquellas noches en las que no hablamos por teléfono o ni siquiera nos veíamos. Las respuestas rápidas que me dabas cada vez que te proponía un plan. Todas esas veces que me dijiste que estabas ocupada. Cada vez que me hablabas de tu ex y yo creía que era normal. La conversación con mis amigos. Todas aquellas veces, empezaron a cobrar sentido en mi cabeza.

Tú sabías que me tenías, que tenías mi corazón. Que de alguna forma, te pertenecía. Que hubiera dado todo por un poco de tu amor. Sin embargo, eso no te importó. Tú eras de alguien más, de alguien al que sí que querías. En cambio, yo no te interesaba. Todo lo que había imaginado a tu lado, jamás sería correspondido. Nunca me lo dijiste Sophie, hiciste que creyera que me querías, pero realmente nunca lo hiciste y ahora ya da igual, pero en aquel momento fue muy humillante para mí.

—Yo...

— ¿Desde cuándo? —te interrumpí.

—No es lo que parece. Sé que no me crees, pero esto es duro. Para mí es horrible, es raro, es como si dos personas y una de ellas...

—Yo...Dios mío.

—Tú y yo no funcionamos juntos.

— ¿Qué quieres decir?

—Podemos ser amigos, de verdad.

No habla en serio, pensé. Mi corazón latía tan fuerte que, de pronto, es lo único que oía.

— ¡Maldita sea! —chillé. —No podemos ser amigos. ¿Alguna vez lo hemos sido? Porque los amigos no hacen esto Sophie. Solo...dios mío... ¿Por qué?

Todo lo que no te llevasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora