Capítulo 20

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"No tengo un plan B."

Me gustaba venir a la biblioteca. Siempre iba con mis amigos, más o menos, desde que André repitió curso y lo conocimos. Veníamos a perder el tiempo entre libros, no estudiábamos, pero si nos divertíamos juntos. Poco a poco, una rutina se apoderó de nosotros, veníamos siempre y nos sentábamos en la mesa del fondo. Aquella que está junto a la ventana. Creo que lo que más influyó fue que queríamos ayudar a André a estudiar, sabíamos lo aburrido y duro que sería hacerlo solo en casa. Así que empezamos a venir todos los días, hasta que te conocí.

Cuando empezamos a salir, dejé de venir con los chicos y empecé a hacerlo contigo. Brian tenía problemas con sus padres y apenas salía de casa, Marc, André y Collins no querían molestar, aunque yo sabían que no lo hacían. Así fue como empecé a pasar casi todas las tardes en la biblioteca contigo, salvo cuando yo tenía entrenamiento o tú tenías una urgencia familiar, lo último era mentira Sophie.

Mientras estoy sumido en mis pensamientos, me preguntaste:

— ¿Qué pasa?

¿Lo recuerdas?

— ¿Eh?

—No dejas de mover la pierna y haces ruido, así no puedo estudiar. —dijiste en un tono de enfado.

Sé que tú no lo recordarás así, te habrás convencido a ti misma de que siempre me trataste bien, pero a veces me hablabas como si te molestara mi presencia.

—Perdón, estoy nervioso.

— ¿Por los exámenes?

—No, por la solicitud de NCAA-DI.

Hiciste una mueca.

Una mueca Sophie.

Es que nunca te molestaste en disimular y yo nunca me molesté en decirte lo mucho que me molestaba esa mueca cada vez que hablábamos de mi sueño.

—Normal. —Repusiste y te mordiste el labio. —Es decir, es muy difícil entrar, no me extrañaría nada que no lo hicieses.

—Vaya, gracias. —ironicé y puse los ojos en blanco.

Nos quedamos en silencio. Entonces, me tomaste de la mano y dijiste:

—Jacob, no te ofendas, pero deberías pensar en estudiar otra cosa. Podrías estudiar Publicidad, como yo. Así iríamos juntos a la Universidad.

Hice una mueca y te pregunté:

— ¿Crees que no tengo posibilidades de entrar?

Aunque abriste la boca, la cerraste y tu silencio fue más que suficiente. Desviaste la mirada, suspiraste y te encogiste de hombros.

Eso no era una respuesta Sophie, pero me dolió. No hizo falta que dijeras nada para romperme. Ni una sola palabra, absolutamente nada.

—Además, tengo entendido que Collins no quiere ir ahí.

Levanté las cejas.

— ¿Qué?

—Andrea me contó que Collins quiere estudiar Psicología.

No lo sabía. Collins nunca me lo había dicho.

Pensé que lo que quería era esto, que lo deseaba tanto como yo. Estaba obligando a mi amigo a hacer algo que no sabía que no quería. A tomar una decisión que tal vez, se arrepentiría de por vida. Me sentí tan mal que me costó encontrar la manera de romper el silencio. Así que no lo hice, seguí estudiando o por lo menos aparenté hacerlo, mientras mi cabeza pensaba en lo que acababas de decir. Estoy seguro que no te diste cuenta. Tú seguiste a lo tuyo como si nada, mientras yo intentaba aparentar estar bien.

Todo lo que no te llevasteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora