IV

4.8K 772 100
                                    

El anciano de setenta años tomaba el antiguo libro, el reloj apuntaba las once de la noche, debería estar dormido, era una fría y solitaria noche. Podía oír perfectamente su respiración, sus pasos y el rechinar de la cama al sentarse.

Abrió el libro, cuando leía junto a Amélie no avanzaban mucho, esa noche le había dado el libro para que lo guardara, sin embargo, el anciano se sentía tan atraído por aquellas hojas, la impecable letra cursiva escrita delicadamente era una invitación para seguir leyendo, cada vuelta, cada signo de puntuación era impecable, de no ser porque conocía su letra, pensaría que el mismo escribió la historia.

Al leer ese libro, sentía que se enamoraba. ¡se enamoraba! Mas lo hacía de alguien a quien no conoció.

. . .

—No puedes dejarme solo todo el día—renegaba el ciego a su amigo- ¿Qué se supone haré yo en tu ausencia?

—Solo es un día Taehyung, recuerda, tengo los domingos para hacer mis cosas.

— ¿Qué cosas? ¿es una excusa barata para huir de mi? Solo di que renunciaste- decía aquel dramáticamente.

Jeon rio, dejando a la vista dos grandes dientes incisivos y las pequeñas arrugas que se formaban en las comisuras de sus ojos. Taehyung aunque no pudo observar su cara, sintió alegría ante la bella  melodía del reír  de Jungkook, pensó que podría escucharle reír todo el día, como si de una sinfonía se tratase.

— Prometo que no huyo de ti. Solo necesito ir a hacer unas cosas a la ciudad.

—Bien.

—Prometo estar acá antes de las tres.

Jeon se marchó, Taehyung instantáneamente se sintió vacío, aburrido.

¿Qué haría el sin Jungkook? La persona que le hacía olvidar su soledad, podría jugar al criquet, practicar equitación o pasar el día con su familia. La última opción era la peor de todas, le incomodaría oírlos hablar sobre su vista, sacarían el tema de un médico, entonces encontrarían uno y no haría nada más. Nunca llegaban a un acuerdo, ningún doctor se atrevía a operarlo.

Si bien las dos opciones anteriores sonaban divertidas, eligió la última ¿por qué? Tal vez estaba loco.

Se dirigió hasta el salón donde se encontraba su familia, Jennifer tocaba el piano, Yerim pintaba y sus padres leían, se acercó a ellos cuidadosamente, procurando no golpearse con algún objeto.

— ¿Qué haces acá cariño?—preguntaba la mujer de cabellos castaños, su hijo no acostumbraba a pasar tiempo con ellos.

—Mi cuidador se ha ido y no tengo nada más que hacer.

— Oh, ven aquí y ayúdame con algunas cosas- el tono que usaba la mujer había cambiado, era de alegría- Richard, lee por ti mismo, tengo que hacer algo con mi hijo.

La ayuda que necesitaba Emily (la mamá de Taehyung) era únicamente elegir a los invitados de una fiesta que celebrarían sin razón aparente en dos semanas.

— Deberíamos invitar a Jungkook—sugirió el joven que apoyaba su mentón contra la mesa.

—¿Para qué invitaría a tu empleado?

— No lo sé, pensé que podríamos, todos tus sirvientes vienen.

—Sí, como sirvientes.

—solo considéralo ¿Por qué darán una fiesta?

— Es una sorpresa.

. . .

Jeon caminaba por las calles con la cabeza baja y la vista en el suelo, había ido al pueblo a comprar unas cosas, el clima cada vez se volvía más frío y el abrigo que tenía ya no le ayudaba mucho. Hizo la compra y pagó la renta de su casa, aunque no vivía más ahí, no pensaba dejar ir ese lugar, ahí vivió toda su vida junto a su mamá... su mamá, como la extrañaba.

— ¡Jeon Jungkook! —llamó una voz a lo lejos, Jeon miró en varias direcciones hasta que se encontró con su amigo y ex compañero de trabajo.

— ¡Oliver!— devolvió Jeon con una gran sonrisa, hicieron un apretón de manos y comenzaron a caminar.

—Ya no te veo mucho por acá, he oído que estas trabajando para una de esas familias de dinero ¿es verdad? ¿Te han tratado bien?

—Sí, no interactúo mucho con ellos, solo cuido de uno de ellos.

—Vamos a mi casa, te pondré al día sobre los acontecimientos acá y cuéntame sobre tu nuevo trabajo. Suena divertido.

Una vez en casa de Oliver, no dejaban de hablar, habían pasado varias cosas en la ciudad para el corto tiempo que estuvo fuera, Jeon esa tarde se sintió alegre de hablar con un conocido, estar tanto tiempo en esa fría casa casi le hacía olvidar que tiene amigos, aunque Jungkook estaba en su día libre no dejaba de pensar en el joven Kim. ¿Qué estaría haciendo? ¿Con quien estaría?

Jungkook cumplió su palabra y volvió antes de las tres, buscó a Kim pero al verlo reunido con su familia sonrió tiernamente, parecían tener un lindo momento. Yerim, la menor, divisó al castaño y casi lo llamó, pero Jeon hizo una señal de silencio antes de retirarse.

Pasó el resto de la tarde en su habitación, ordenando y limpiando, su cuarto tenía una linda vista a los jardines, le gustaba acercarse y observarlos todas las mañanas pero definitivamente lucían mejor con la luz del atardecer.

. . .

—No volviste a las tres— reclamó el ricachón. 

—Lo hice, te busqué. Cuando te encontré te vi con tu familia, tenías aquella linda sonrisa en tu rostro, no sé que hacían pero lucías feliz, así que decidí retirarme para que pasaras más tiempo con ellos— Jeon tomó un respiro y colocó la ropa sobre la cama- es tu pijama, ve a bañarte y luego te ayudaré a vestir.

Kim asintió, no reclamó más porque Jungkook tuvo razón, la pasó bien con su familia, especialmente con su papá, lo cual fue raro, no podían pasar más de dos horas juntos sin tener alguna discusión en la que le recordaría que es la desgracia de la familia. Tomó aquel baño de burbujas, posó su cabeza sobre la bañera e hizo algo que ya era costumbre, imaginar como eran sus conocidos.

Sabía que Jennifer tenía mejillas grandes y lindos ojos, sabía que su mamá era delgada, de cabello castaño y tez pálida, sabía como era su papá y su otra hermana pero no sabía como lucía Jungkook.

Tenía días intentando formar su imagen en la mente, era alto, supo que era robusto por la veces en que le tocó, su piel no era tan suave, supuso que por los trabajos que solía hacer. Luego llegó a su cara... nunca llegaba a una conclusión, podría tener los ojos marrones o azules, labios gruesos o finos, su mente se quedaba en blanco cuando pensaba en su cara.

<< ¿Cómo luces?>>

Salió del baño, luego Jeon le ayudó a vestirse, abotonaba su pijama delicadamente, Taehyung sintió su corazón acelerarse por los delicados toques, estaban muy cerca, tanto que podía sentir su respiración frente a él, Kim estaba a punto de hablar cuando Jeon se apartó casi bruscamente, el que vestía a Kim se había sonrojado.

Vestir al ciego era algo que hacía diario, más esta vez hizo algo más, alzó la vista topándose con la cara de Kim, observó cada pequeño detalle, era tan perfecto que pensó que fue tallado por el mismo Miguel Ángel, su lunar le pareció tierno, justo en la punta de la nariz, le parecía que besar aquel lunar sería tierno ¿Cómo reaccionaría? Tuvo el pensamiento de besarlo, los imaginó a ambos con los labios entrelazados hasta que les faltara el aire, se sonrojó y reprochándose decidió retroceder. No podía tener esos pensamientos, no por Kim.

Podía sentir atracción a otros hombres, incluso podía sentirse atraído por Kim, pero no se permitiría enamorarse.

—Ya puede ir a la cama señorito—susurró.

Una vez en cama apagó la luz y salió casi corriendo de aquella habitación, aún sentía su corazón latir y sus mejillas arder, se sentó en el borde de la cama, peinó sus cabellos y suspiró.

—Estoy enfermo— dijo a si mismo. Aún no aceptando completamente su preferencia por los hombres.

Después de eso fue a dormir, o eso intentó, pues no pudo conciliar el sueño, cada vez que cerraba sus ojos veía al ciego, sonreía inconscientemente, entonces dirigía su mirada al techo, y cuando volvía a cerrar los ojos  la voz de aquel profesor se hacía presente "marica" resonaba en su mente, "estoy enfermo" repetía, pasó así toda la noche, reprendiéndose por la impureza de sus pensamientos. en realidad, Jeon no fue el único sin poder dormir aquella noche.

Kim pensaba en Jungkook y lo hacía de una forma totalmente fuera de la línea de la amistad, se sentía raro.

Ambos se sentían raros... inquietos.









Burning Love [KTH+JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora