Burning Love [KTH+JJK]

XXIII

La primavera anunció que pronto llegaría a su fin cuando las hojas comenzaron a marchitarse, y las decaídas flores anunciaron las desdicha que se aproximaba con el otoño.

Una desdicha inevitable que comenzó cuando Jeon se enteró del compromiso de Taehyung la mañana siguiente de aquel ser anunciado, si bien, fue una notica impactante para su ser, se comportó indeferentemente ante todos, incluso si en la soledad se hundía en su propia miseria, donde el dolor de su corazón y el reclamo hacia el todopoderoso eran lo único presente, reclamaba por no ser normal, incluso por ser un hombre y no una mujer, incluso si no quería ser mujer, reclabama, porque de serlo, todo sería mucho más fácil.

Pero por algo dicen, que el amor puede llegar a ser difícil.

. . .

Taehyung paseaba por los jardines, pensando en el incierto futuro y en cómo una vez más había obedecido a su madre sobre su propia felicidad, pero a pesar de eso aceptó el compromiso por el bien suyo y de Jeon, pues de no casarse se estaría arriesgando a que les separaran para siempre; Kim estaba tan absorto en sus pensamientos que apenas y pudo distinguir la presencia del castaño frente a él. No fue hasta que el de melodiosa voz habló cuando obtuvo su atención, Taehyung alzó la vista, Jeon congeniaba bien con el celeste del cielo, y la forma en que sus cabellos bailaban gracias al viento hicieron que la piel de Taehyung se erice, sonrió como un bobo cuando sus ojos se encontraron por unos pocos segundos, más logro notar algo, la tristeza que habitaba en el mirar del castaño.

—Joven Kim—logró formular tras tomar coraje—He oído las noticias sobre su casamiento.

Ambos sintieron un nudo formarse en su garganta.

-Te lo puedo explicar...—dijo en vergüenza, dirigiendo la vista hacia el suelo.

-Oh no, no es necesario señor Kim, solo quería expresarle mi gratitud—sonrió y cierto dolor apareció en su pecho—espero que ella pueda hacerlo feliz, dicen que es hermosa y encantadora... una mujer.

-Una mujer...- repitió— Jungkook... ¿Por qué me felicitas? Ninguno de nosotros es feliz con esto, entonces ¿por qué actuamos así cuando estamos sufriendo por tenernos?

—Porque soy un cobarde—admitió— sabrá usted su razones, así cómo yo sé las mías, si me disculpa, debo volver al trabajo, me están esperando— se retiró y se dirigió en dirección a las caballerizas, mismo lugar donde los hombres que alguna vez agredieron contra él, ahora le llamaban para trabajar.

. . .

El martes por la mañana, la señorita Jane hizo presencia en la casa Kim, más desde que llegó se encerró en un salón junto con la señora Kim. Los hermanos, llenos de curiosidad por la charla que sostenían aquellas dos, pasaron detrás de la puerta intentando averiguar sobre su charla la cual no era realmente interesante, pues hablaban de cintas, manteles y colores, discutían sobre la decoración de la boda, pues una quería algo más íntimo y simple, mientras la otra deseaba algo exuberante. Los tres hermanos, que se mantuvieron en silencio escuchando se separaron de la puerta para descansar, pues su cuello comenzaba a doler.

—Taehyung— llamó Jennifer a su hermano quien no la escuchó— Taehyung—repitió segundos después.

-Dime

- Quería informarte que el tiempo que malgastas acá chismoseando, lo podrías usar para aclarar las cosas con Jungkook, por lo que me contaste ayer, ese hombre está herido.

-¿Pero que haré si no quiere hablar conmigo?

-Insiste, lo hiciste toda tu vida hasta que finalmente conseguiste ver, entonces insiste, y sé paciente. En algún punto querrá hablar contigo ¿o tan rápido te rendirás?