Burning Love [KTH+JJK]

Epílogo

La mañana siguiente Taehyung entró por la puerta de casa con el corazón hecho pedazos. Su rostro se mantenía inexpresivo, más aún así se lograba distinguir la tristeza que guardaba, y es que ¿Cómo no estar triste? Pasó horas en el asiento, esperando, ilusionandose a sí mismo durante meses para que al final Jeon no bajase del barco.

Sí, era decepcionante, sin embargo se negaba a aceptar la realidad y prefería creer que se había equivocado de fecha, después de todo otro barco llegaría en algunos días, y otro le seguiría a ese.

Una voz le sacó de lo más profundo de sus pensamientos y le hizo brincar, casi tropezando con sí mismo debido a la sorpresa.

—¿Cómo estuvo?—cuestionó Yerim, quien se acercó hasta su hermano llena de curiosidad y mucho más que dispuesta a mofarse, sin embargo la expresión de la chica cambió rápidamente cuando notó a su hermano sonreír con tristeza para luego sollozar frente a ella.

—Él no vino...—alcanzó a decir antes de romperse en llanto, tan dolorosamente que a duras era capaz de respirar propiamente.

Entonces Yerim le atrajo, no sabiendo cómo actuar ante el estado en que observaba a su hermano, lo único que pudo hacer fue retenerle en un abrazo hasta que sus lágrimas cesaran, aunque parecía que era casi imposible que el llanto ajeno se controlara.

Taehyung abrazó con fuerza a su hermana, permitiendo a la fémina verle en un estado tan frágil, entonces, cuando finalmente pudo controlarse, aunque fuera mínimamente, dijo:

—Seguramente me equivoqué de fecha, mi llanto ha de ser por nada, volveré y nos reencontraremos. No importa cuántas veces tenga que volver al muelle con tal de finalmente encontrarnos, entonces seremos felices finalmente.

. . .

No fue así. 

Las siguientes veces volvió tal y cómo dijo, cada vez que escuchaba que un barco proveniente de Inglaterra zaparía pronto, volvía, lo hizo una vez, y sin éxito decidió que era mucho más probable que se encontraran la siguiente, sin embargo, cuando aquello no dio resultado, volvió una tercera vez, entonces una cuarta y cuando finalmente percató, era su décima vez regresando al puerto... para irse nuevamente sin nadie más que él mismo. Para su peor suerte, no era solo la décima vez, pues el tiempo avanzaba y aquellos dos meses se convirtieron en seis, casi siete.

Aún cuando sabía que las probabilidades de reencontrarse disminuían y eran ya casi imposibles, se negaba a aceptar la realidad. Es por esa razón que volvía, para engañarse, ilusionarse y luego aceptar la tristeza. Definitivamente le parecía que la desilusión era mucho más fácil de afrontar que el dolor que le causaba el aceptar que Jeon no volvería junto a él esta vez.

—¿Por qué últimamente no te esfuerzas por hacer nada?—cuestionó Jane, quien permanecía al lado de Kim.

—No tengo el humor para hacer algo.

—No quise sonar mal, es solo... Que estoy preocupada por ti, desde hace ya meses que te noto triste, no te recordaba así desde ya sabes quien—decía Jane— ¿Ha ocurrido algo malo? No sé nada de ti desde que estás tan distante... Aunque no es como si alguna vez me confiaras algo.

—No pasa nada conmigo, estoy cansado, eso es todo.

—No—dijo— Hay algo que no quieres contarme, y me agobia no poder ayudarte. Apenas y tocas el plato de comida, cuando despierto no estás ahí, y cuando vuelves de trabajar, lo único que haces es suspirar y luego de eso te levantas con la excusa de tener sueño. Por favor, dime qué pasa contigo, ni siquiera pido que me lo digas cómo tu esposa, sino como alguien que se preocupa por ti.

Taehyung volteó, dejando de dar la espalda a la mujer de mejillas carmín que le observaba con preocupación, y limpiando la lágrimas que habían logrado escapar, observó a Jane, hasta que finalmente tomó el valor de hablar.