XXX

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El hombre de cabellos blancos se mantenía sereno en la banca a la que acostumbraba ir, como siempre, observaba patos, aquellos pequeños de blanco plumaje  pico naranja  que le hacían sentir feliz.

Rio al ver dos de ellos correr, uno intentando escapar del otro, se abrazó a sí mismo debido al frio del clima y se exaltó un poco al notar la presencia de la fémina cuya llegada ansiaba.

—¡Finalmente llegaste!—dijo entre regañadientes.

—Lamento mucho demorar tanto, he tenido que hacer algunos papeleos al llegar acá.

—¿Es por tu familiar?

La chica asintió.

—¿Cuándo me llevarás a conocerle? Siempre vienes y nunca te he visto con quien sea tu familia.

—Algún día se lo presentaré señor—dijo la mujer con cierta tristeza—¿Quiere seguir con la lectura?

El anciano asintió con obviedad, llevando su atención a la chica y alzando ambas cejas antes de hacer una pregunta.

—¿Qué crees que pasó después?

—Que más puede pasar cuando dos corazones siguen enamorados...—tras eso, la mujer abrió el libro dirigiéndose hacia la página en donde habían quedado el día anterior.

Segundos después, aclaró su garganta y comenzó a leer.

. . .

Jungkook permanecía inmóvil al lado de la puerta, no atreviéndose a decir otra palabra luego de la inesperada respuesta de Taehyung, en cambio el otro movía su pierna con desespero, no sabiendo si hablar, acercarse a él o permanecer en el mismo lugar, tan cerca pero a la vez tan lejos de Jeon.

La ahora severa tos del castaño hizo presencia, logrando alarmar al de mayor estatura quien corrió hacia el que comenzaba a enrojecer, Kim tomó a Jungkook de los brazos y extendió el pañuelo que cargaba con sí, ayudó al muchacho a sentarse y segundos después la tos paró.

—Estoy bien—musitó el castaño lleno de vergüenza, siendo incapaz de ver a los ojos al ricachón, dobló el pañuelo que contenía ciertas manchas rojas y lo apretó con fuerza, para que al hombre frente a él le fuera imposible observar.

—No, no estás bien—susurró Kim—por un poco más y te quedas sin aire.

—Tal vez, pero no esta vez.

—¿Entonces habrá otra vez?

—Una enfermedad es impredecible—dijo en broma, más no dio gracia alguna.

—Voy a cuidarte—aseguró el de traje café.

—No, no, te dije que estoy bien, seguro he olvidado tomar mi medicamento.

—Dime en dónde está, lo traeré.

—Por allá, en la mesa de noche—señaló.

Taehyung caminó con rapidez y en unos cuántos pasos se encontraba en el lugar señalado, tomó el frasco y al intentar sacar una de las pastillas notó que aquel se encontraba vacío.

—No hay nada, se han acabado—avisó.

Desde lo lejos, Jeon mordió su labio inferior y agachó aún más la cabeza, sintiéndose  avergonzado por lo anteriormente dicho, y es que a pesar de que Jungkook nunca fue una persona que se avergonzara por su pobreza, por primera vez sentía ese sentimiento apoderarse de él ¿Con qué cara vería a Kim? Siendo que se negaba a aceptar su ayuda, aún cuando sabía que la necesitaba.

Taehyung caminó nuevamente cerca del chico de ojos café oscuro, se sentó en el piso, justo al lado de él.

—Compraré cuánto sea necesario para que mejores.

Burning Love [KTH+JJK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora