Burning Love [KTH+JJK]

XXXV

—Aún sigo sin creerlo, siento que es una broma o una ilusión creada por mí mismo— decía el hombre, paseándose por la habitación llena de flores y jarrones de blanca porcelana, entre una de sus manos tomaba su cabello y rascaba su cabeza con nerviosismo, sus pies se balanceaban torpemente y cada cierto tiempo tropezaba con los mismos que ahora no le dejaban equilibrarse—Si de verdad viene... Creo que me volveré loco de felicidad.

—Pues yo no pienso que sea una broma–Irrumpió Jennifer quien terminaba de leer la carta– aquí dice claramente que vendrá, escucha, "En resumen, extráñame dos meses más hasta que nos reencontremos. Juro que te amaré, lucharé por ti, y viviré junto a ti sin vergüenza alguna por el resto de mi vida"—citó Jennifer con una linda sonrisa de tímidez en el rostro— ¿Lo ves? Es más que obvio que vendrá, no es una carta de tonterías, es una declaración, una romántica declaración. ¡Ah, que emoción! Ni las mejores novelas de romanticismo me han hecho sentir de esta forma.

—¿Y si es una broma?—cuestionó Taehyung.

—No seas un imbécil, nadie que quiera hacer una broma escribiría con tanta nostalgia y amor.

—Definitivamente no sabes cuántas veces pensé y soñé con nuestro reencuentro, ahora se siente irreal... Como una broma, como si el cielo ha tenido piedad de mí, de nosotros.

La joven rió ante el nivel de dramatismo que su hermano ponía en cada palabra, casi haciéndolo lucir como si estuviese interpretando una obra en el teatro, y aunque sabía cuánto significaba Jungkook para su hermano, no podía evitar pensar en lo gracioso que llegaba a ser verlo suspirar por alguien.

El pelinegro finalmente se acercó hasta la cama donde su hermana permanecía sentada, arrebató de las delicadas manos la carta y se tiró entre las cómodas sábanas eran envueltas en telas rosas, el tiempo restante permaneció observando el techo con la carta sobre su pecho hasta que dejó salir un suspiro y finalmente habló.

—No quiero esperar dos meses, quiero que esté conmigo ahora mismo, sentir su peculiar aroma, acariciar su cabello, su piel, sentir sus labios contra los míos y decirle cuánto lo amo.

. . .

La espera de dos meses resultaba incluso más larga de lo que Taehyung llegó a pensar, durante las mañanas, su primera actividad era revisar el calendario y marcar los días restantes hasta que Jeon finalmente apareciera, luego, asistía a la oficina, y tras una larga jornada laboral volvía a casa, donde pasaría una aburrida cena junto a su familia quienes se dedicarían a hablar de ahora su país de origen. ¿Desde cuándo se había vuelto su vida tan monótona?

Cuando menos lo notó, faltaban tres semanas para cumplir los dos meses en los que Jeon había estipulado llegaría, entonces la emoción volvió a invadirle, y la alegría regresó a su rostro cuando el tiempo se acortó. Incluso la misma señora Kim se preguntaba la razón del repentino cambio en el humor de su hijo, quien hace meses no era más que un pesimista, o como decía él "Un hombre realista".

Durante las noches el insomnio invadía a Taehyung, resultándole bastante molesto pues por más que intentara simplemente no lograba conciliar aquel tan añorado sueño, supuso que era a causa de la emoción que sentía por lo que se avecinaba, sin embargo pensar en Jungkook mientras observaba a su esposa dormir plácidamente a su lado le hacía sentir despreciable ¿Cómo podía tratar así a Jane? Un ser tan lindo, tan frágil, le hacía sentir como un desgraciado, pues aunque se obligara a quererla de esa forma, era imposible, su corazón ya lo ocupaba alguien más y definitivamente no permitiría a nadie más entrar.

Pronto pasó una semana, dejando dos más hasta que Jungkook volviera a su vida. Durante esa semana comenzaba a prepararse, pues fantaseaba sobre el como sería su perfecto reencuentro, cuando se dió cuenta, otra semana más había pasado y cuando dejó de contar para cuidar sus nervios, estaba a tan solo dos días de reencontrarse con el amor de su vida. Finalmente se terminarían aquellos días de interminable melancolía, aquellos que se sintieron como décadas de dolor y soledad.