Burning Love [KTH+JJK]

XXIX

Durante los dos meses siguientes Kim buscó a Jeon arduamente, sabía que se encontraba en alguna parte de gran Bretaña, más no en cuál de tantas, podría estar en el lugar más céntrico donde se confundiría entre las multitudes o podría estar en el lugar más desolado que alguna vez pensó, donde su única compañía era él mismo. A Taehyung realmente no le importaba cuánto tiempo o en dónde lo encontraría, tan solo quería cumplir el objetivo que tanto anhelaba y ese era reencontrarse con el castaño de dulce sonrisa.

Los días en la oficina era monótonos, leía papeles, firmaba documentos, jugaba con su plumón mientras su mente divagaba en los persistentes recuerdos del castaño y al anochecer volvía a casa, donde su esposa le esperaba y sus padres comenzarían a insistirle para que eligiera algún lugar para vivir con junto a Jane. Más ¿qué sentido tenía vivir para él? No había sentido alguno si no era junto al amor de su vida y aquel que marcó un antes y un después en su ser.

-¡Cariño!-exclamó la señora Kim al ver a su hijo llegar, depositó un beso en su mejilla y ayudó a su hijo a quitar el chaleco que cubría su torso-Que bueno que hayas llegado temprano, tenemos invitados en la sala-una vez dejó el chaleco su mano tocó la mejilla de su hijo- quita esa cara larga que llevas-pidió.

-No creo ser capaz de quitarla.

-Claro que eres capaz, tan solo por unas horas y no te molestaré en lo que queda de la noche ¿si?

Taehyung miró a su madre, asintiendo ante la petición de aquella y fingiendo una sonrisa no del todo convincente.

-Así está perfecto, ve junto a Jane, está esperando por ti.

Taehyung suspiró y siguió a su madre en el camino al salón donde los invitados esperaban al entrar al lugar su mirada conectó con la de aquella denominada "esposa" la joven hizo una seña para que se acercara y en el trayecto para llegar a su lado, se dio cuenta que aquellos invitados no eran más ni menos que los Campbell.

-Señor y señora Campbell-saludó cortésmente y tomó asiento junto a la de piel pálida-Que agradable sorpresa tenerlos por acá.

La mujer que vestía telas rosadas sonrió, entonces el señor Campbell se levantó de su asiento y observó al señor Kim quien asintió dándole la palabra.

-Han de preguntarse por qué nos hemos reunido y es porque queremos aclarar un tema-aclaró la garganta- tanto los Kim como nosotros nos preguntamos desde hace ya buen rato cuándo se mudarán. Son un matrimonio joven, como todo matrimonio necesitan un hogar y privacidad, si no ¿en donde nacerán nuestros nietos?

-Hemos insistido en que deben mudarse pero ninguno de ellos ha dicho una sola palabra-irrumpió la madre del pelinegro.

-Hemos estado ocupados durante el tiempo en que han sacado el tema de la casa-irrumpió Taehyung-Tan pronto como mis obligaciones sean menores discutiremos sobre ese tema, por el momento no puedo prometerles nada.

-Suena bien para mi-apoyó el sr. Kim.

-Me parece lo suficientemente convincente-dijo Campbell-Aún así, insistiré hasta tener a mis nietos.

-No se preocupe por eso padre, los tendrá-Jane posó sus manos sobre las de Taehyung, mismo que no se atrevía a mirar a ninguno de los presentes en la sala-Tal vez en diez años- aquellos rieron con el comentario de la chica.

Por un momento Taehyung se sintió como un extraño en entre las personas donde tal parecía que el único tema eran nietos. Formar una familia era demasiado común a su edad, una vez alcanzabas los veinte el tiempo se ponía en tu contra, mas ¿qué haría él? no se sentía lo suficientemente preparado para formar una familia, era joven, inmaduro y estaba enamorado, definitivamente un hijo no estaba en sus planes ni siquiera lo había pensado, tal vez nunca iba a estar listo para una familia, más de atreverse a decir que aquellos nietos quizá nunca llegarían, sería como ir directo a una guillotina.