Primera vez (no sexual)

56 9 1
                                    

Eurasia, 1.8 millones de años atrás.

La brillante bola brillante en el cielo estaba en lo alto, el calor que sentían luego de correr tras sus presas aumentaba y sabían que debían buscar pronto una serpiente de agua para poder beber de ella, de lo contrario les podría pasar lo mismo que a uno de los que ya se había muerto. Arrastraban parte de su cacería, por lo que el esfuerzo era mayor para ellos, otra parte se había quedado resguardando lo que no habían podido llevarse hasta su caverna; seguramente deberían hacer unos cuantos viajes de ida y vuelta para poder utilizar todo el gran mammont.

La gran bestia salvaje les había dado pelea, todos los guerreros del grupo nómade al que pertenecía habían tenido que participar en su captura y posterior caza, solo unos pocos hombres quedaron resguardando el lugar donde sus mujeres y niños aguardaban por las provisiones. Los pocos días en que la luz duraba más de unas pocas horas estaban por terminar y el frío volvería a apoderarse de ellos y a cobrar vidas entre su grupo.

La larga distancia trató de ser recorrida en menos tiempo, pero aun así pasaron días hasta que los cazadores pudieron llegar a su refugio. Cuando tuvieron a la vista las cavernas comenzaron a emitir llamados hacia las hembras e infantes, ruidos y gritos que eran su manera de comunicación en aquél entonces y que les hacía saber que habían llegado. Los pocos centinelas luego de comprobar que eran conocidos dejaron salir al resto del grupo, pero había una sorpresa.

Otro macho había encontrado la caverna durante un día de lluvia y se había adentrado en ella. Era un alfa que había perdido a su propio grupo mientras iba a explorar, al parecer tenía mal sentido de la orientación, algo de vida o muerte para ellos y que luego de vagar por varios ciclos de luz y oscuridad los había encontrado. Y si bien era un alfa debido a sus características físicas, había llegado en paz.

Los recién llegados dejaron la carne y pieles con las mujeres mientras iban a examinar al recién llegado, el líder del grupo lo inspeccionó y hasta golpeó; era necesario dejar en claro desde un principio quién era el que mandaba para evitar posibles futuros levantamientos. El recién llegado aceptó todo sin titubear, había pasado demasiados días sin comer y el cansancio lo dominaba.

Quedó tirado y abandonado en el piso, todos se alejaron de él: si sobrevivía podría unirse a la manada, si moría, no pasaba nada.

Las horas pasaron y el allegado seguía tirado, su cuerpo se negaba a reaccionar ya harto de todo; pero una fruta fue puesta frente a él. Levantó la vista y se encontró con otro de su especie, solo que el pelaje era más claro que el propio, aunque creía que era uno de los más fuertes del grupo al que había llegado. Le estaba dando una fruta, lo incitaba a comer mediante gestos y ruidos guturales salientes de su garganta, sus ojos demostraban que no había segundas intenciones.

Nuestro querido amigo herido se apoderó de la comida ofrecida y se la devoró en cuestión de segundos, los jugos corriendo por su pronunciada mandíbula y el estómago gruñendo en reconocimiento. Volvió a levantar la vista y lo vio sonreír.

Un calor y estremecimiento lo recorrió y creyó que la fruta había estado en mal estado, pero no parecía putrefacta así que no se explicaba aquello. El otro ser se percató de que la oscuridad vendría pronto y debían buscar el refugio adecuado, de lo contrario ellos se convertirían en la presa. Las horas habían pasado y varias heridas habían dejado de sangrar.

El bondadoso ser se alejó unos pocos metros, dándose la vuelta para mirarlo y gruñir: quería que lo siguiera, no estaba dispuesto a dejarlo ahí. A pesar de las heridas que tenía el recién llegado, este se obligó a moverse para seguir a quién mostró algo de bondad en ese mundo hostil.

Y se prometió que jamás, bajo ninguna circunstancia se alejaría de él.

Ni en esa o en otra vida.

Along the history. Flufftober 2021 [SouMako]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora