"Beso indirecto"

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Debía arrodillarse ante su Rey delante de toda la corte, debajo de sus pies la mullida alfombra roja acallaba sus pasos y era perfectamente capaz de ignorar la mirada de todos los presentes. Excepto una.

Aquellos ojos del más profundo verde que parecía camuflarse según los sentimientos de su portador eran los que atrapaban su atención y con presión le obligaban a mirarlo sin siquiera pestañar. Para cualquier que viera desde fuera y se fijara en aquello pensaría que prácticamente era un duelo de miradas y que Sousuke estaba desafiando al Rey por mirarlo de aquella forma tan directa; pero la verdad era que era él el que estaba hipnotizado.

La corte reunida en su apogeo era testigo de su juramento como uno de los caballeros más leales a la corona, o al menos a la persona del Rey. Yamazaki estaba más que dispuesto en entregar su vida por la del benevolente Rey Tachibana, aunque estaba más dispuesto a protegerlo y a hacerlo sonreír una vez más como ya lo había visto hacer.

Makoto mantenía la compostura y lo miraba atentamente, mas parecía una fiera acechando a su presa que una persona que era reconocida en todo el reino debido a su bondad. El interior de Sousuke se estremeció al pensar en que quizás era él a la única persona que miraba así, con tal autoridad y sin tener que fingir una amabilidad tan pura, pues él dudaba de que no hubiera al menos una mancha de maldad en el Rey frente suyo.

Una vez delante de todos y con la distancia de los escalones frente a él, Yamazaki se detuvo y se arrodillo luego de tomar su espada. La colocó frente a él y contuvo el aliento, hacer un juramento de lealtad de sangre como él estaba dispuesto a hacerlo no era poca cosa. Pero estaba seguro de ello y consciente de lo que significaba su acción.

Una última mirada al reluciente acero de su espada y la acercó hacia sí, rompiendo todos los protocolos, y posicionó sus labios en el filo de esta. Aquél era un pequeño toque añadido de devoción que provocó que los más cercanos en el gran salón ahogaran asombro y murmuraran bajo entre sí.

Sousuke tendió finalmente su espada al Rey frente a él. Sus brazos estirados la extendían lo más posible mientras que Makoto se tomaba el tiempo en bajar con cuidado cada uno de los escalones que los separaban, hasta que llegó hasta él.

Tachibana pronunció el discurso con su vibrante voz, aquellos que antes se habían atrevido a susurrar algo callaron de inmediato, reconociendo la autoridad y sintiéndose abrumados por el momento presente.

Estaba cerca, el tan esperado momento. Makoto tomó entre sus manos la espada de Sousuke y lo juramentó con ella. En aquel momento el silencio era total y la tensión máxima. Cuando el rey debía de entregarle de vuelta la espada a su caballero y hacer que se parece, pasó algo distinto.

Makoto colocó su dedo índice bajo la barbilla de Sousuke e hizo que lo mirara directamente al rostro, un acto impensado para un plebeyo y más de una dama en la corte se desmayó de la impresión. La mirada de Sousuke volvía a ser cautivada por los ojos de Makoto y con una leve presión en su barbilla, el caballero entendió que debía de ponerse de pie.

Con lentitud cordial realizó la acción pedida por SU Rey y quedó frente a él, sin ser capaz todavía de apartar la mirada. En otras circunstancias habría sido colgado por tal osadía, pero él sólo seguía órdenes.

Makoto apartó la mano pero no le permitió romper contacto visual, volvió a tomar la espada con ambas manos y la levantó hasta la altura de sus rostros. Imitando el anterior y provocador gesto de Sousuke, Makoto se llevó la espada hasta la boca y besó exactamente el mismo lugar en donde Yamazaki lo había hecho.

Más damas en la corte se desmayaron.

El Rey tendió finalmente la espada a su nuevo caballero personal para así finalizar la ceremonia. Sólo que dijo unas pocas palabras como toque final:

-Ahora me perteneces.

¿Acaso quedó alguna mujer sin desmayar en la corte?

Along the history. Flufftober 2021 [SouMako]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora