Yelena

Capítulo 7

Un profundo secreto

Un día, solo llevo aquí un día y ya me meto en problemas y además aparece un cadáver incinerado en medio del pasillo.

Es que, ¿qué mierda pasa aquí?

No estoy entendiendo nada. Las personas a mi alrededor siguen sacándole foto a la escena como si esto fuera una obra de teatro.

¿Esto no te recuerda a algo?

<no lo sé>

Volteo para ver a Katha señalándole simuladamente que mire hacia arriba para que vea el mensaje con sangre. Le aprieto el hombro para evitar que suelte un grito de horror y así no armar un alboroto peor. Se tapa la boca ahogando un grito volteando a ver a Florencia señalándole lo mismo, pero esta no se controla a la hora de ver el mensaje.

- la madre que me parió - no lo dice tan fuerte, pero lo dice lo suficientemente alto como para que las personas a su alrededor lo escuchen y suelten gritos de horror al ver lo que ella ve, que es el mensaje escrito con sangre.

Todos entran en pánico, se arma un alboroto en donde todos quieren refugiarse como si algo les llegara a caer en la cabeza. Todos corren, todos se empujan con todos botando a la gente al suelo. Katha intenta ayudar a una chica que se calló y que ahora la están pisando, pero tan solo el intento ocasiona que ella también se valla al suelo, solo que es José quien la levanta para evitar que la lastimen.

Nos mantenemos pegados a los casilleros esperando a que el alboroto pase y así no salir lastimados.

Todos dejan de gritar y de correr cuando la presencia del director aparece gritando a los cuatro vientos.

Ese hombre maduro no va a tener voz mañana, te lo aseguro.

- ¡silencio todo el mundo! - el director pasea su mirada por todos incluyéndonos, hasta que su mirada recae en la vitrina de vidrio con el cadáver del conserje totalmente quemado. Sus ojos se abren, su rostro palidece y sus manos comienzan a tener un movimiento más tembloroso.

- que está pasando? - me pregunta Andrés al oído.

- no tengo ni la menor idea - le contesto con el mismo tono de voz bajo.

- ¡escúchenme bien! - habla el director después de ver el cadáver unos segundos - ¡todos irán a sus habitaciones y estarán ahí hasta el mediodía, las clases continuarán después del almuerzo! - sin más que decir, el director da media vuelta dirigiéndose hacia su oficina ordenando a los profesores que nos guíen hasta nuestras habitaciones cerciorándose de que ningún alumno quede en los pasillos.

- podemos estar en su habitación? - le pregunta Katha a la rubia y esta asiente sonriente, pero con una pisca de miedo en los ojos.

Lo veo en todos. Todos tienen una pisca de miedo en los ojos que, por más que sonrían, no pueden ocultar el miedo que les causa esta situación y es normal, yo también siento algo de miedo, acabamos de encontrar un cadáver quemado en el pasillo y una amenaza escrita con sangre en el techo, ¿quién no tendría tener miedo?

Llegamos hasta las escaleras en donde, no sé por qué razón, volteo hacia la izquierda y mi mirada recae de inmediato en el pelinegro <Karim> su mirada choca con la mía dedicándome una mirada intimidante he indiferente, mientras que la mía es calculadora y fría .

Sigue su camino subiendo las escaleras rompiendo el contacto visual.

Sigo pensando lo mismo, ese chico tiene los ojos apagados, tristes, no hay ninguna emoción en ellos, ni siquiera miedo.