Yelena

Capítulo 17

Tormento.

Cuenta conmigo. 1...2...3...

<siento que me va a dar algo>

Concéntrate que te puede dar una crisis si sigues así.

<juro que si los tocó yo misma le arranco la tráquea>

– cómo sabes que están allá? – inquiere.

– el collar que le obsequié a Florencia tiene GPS – informo, comenzando a teclear lo más rápido que puedo tratando de activar la función de signos vitales.

– por qué tiene GPS?

– se lo obsequié cuando un tipo la acosaba en redes sociales, fue por precaución y como yo lo creé sólo yo tengo acceso a él y sus funciones.

Me concentro manteniendo la compostura, tratando de acceder a las funciones del collar, pero cuando por fin lo logro, siento como si mi mundo se detuviera y mi corazón dejara de latir.

La alarma me salta en rojo, con signos vitales bajos y una presión alta en la sangre, intoxicación en la sangre de un 45% <le están inyectando algo> es lo primero que pienso y rápidamente me muevo a mis estantes buscando como loca el Taipán, la sustancia que yo misma cree.

Taipán cumple con la función de contrarrestar cualquier tipo de veneno o sustancia letal que sea inyectado al ser humano.

La cree despues de descubrir que CAOSS era letal para los seres humanos.

CAOSS es la sustancia que probé con el Pana Rabbit y gracias a ese experimento pude descubrir que CAOSS es una sustancia sumamente curativa para cualquier tipo de animal, pero altamente mortal para humanos.

La fórmula de CAOSS estaba escrita en la libreta que Sofía tomó, por eso me alteré tanto cuando la vi con mi libreta en mano. Si CAOSS llega a las manos equivocadas, mucha gente estaría en peligro, por eso, cuando estaba en reposo, le pedí a Cameron que quemara mi libreta y así lo hizo, ahora la fórmula de CAOSS y Taipán solo están en mi cabeza, nadie más que yo sabe cómo crearla.

– que buscas?

– busca entre esos cajones un frasco con una cinta azul en la tapa – le indico y rápidamente hace lo que le digo.

Está bien, todo está bien. me repito una y otra vez en la cabeza con la intención de no enloquecer más. Siento los latidos de mi corazón acelerarse, la frente me suda y no paro de repetir lo mismo en mi cabeza, buscando como loca la puta dosis de Taipán.

Siempre tengo todo organizado, nada está fuera de lugar y el no encontrar las dosis de Taipán solo me estresan más.

Detente un momento y piensa. ¿En dónde las dejaste la última vez?

<CAOSS y Taipán estaban resguardadas en una caja fuerte detrás de una pared, pero las saqué de ahí ayer en la mañana>

Recuerda donde las dejaste.

Hago memoria de todo lo que hice ayer: a penas levantarme me dediqué a hacer los análisis de sangre, después recordé que tenía que esconder las dosis en caso de que el vengador se enterara de su existencia. Las tomé y me las llevé a mi patio trasero, luego...

Ahí están.

– vamos, ya sé dónde están – le digo a Karim tomándolo de la mano para empezar a correr fuera del ático.