Capítulo 34

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Shueur.


Pov. Karim.

Son las cinco de la tarde, pero el cielo parece sangrar por la ola de masacre que se vivió hace tres horas atrás.

La ciudad de Maleha es prácticamente un cementerio. Todo está en ruinas, hay cadáveres por todas partes. El panorama es espantoso, morboso. Una escena hecha por un loco sanguinario, cruel y demente.

Los cuerpos están... ni si quiera sé cómo describirlos sin que suenen tan... espeluznante.

Hace una hora que llegué a Maleha. Cuando me enteré de lo que había sucedido vine lo más pronto posible, nunca pensé llegar y ver tal escenario.

La guerra se desató hace dos semanas atrás, ¿el motivo? No lo sé.

Mi padre no me ha querido dar información sobre el motivo de la guerra, lo único que me dijo fue que, como sucesor, debía proteger Arabia y es lo que he hecho, pero no ha sido tan fácil, tomando en cuenta que los ataques no son solamente de un clan, sino de dos.

Maximiliano Ackerman y Dorian Vasiliev junto con mi padre llevan una contienda quien sabe por qué, pero esto le está costando la vida a muchos de mi gente.

– ¿ya se sabe quién fue? – le pregunto a Blake cuando llega a mi lado.

– tienes que ver esto. – dice, para luego comenzar a caminar por lo que antes era el mercado de la ciudad.

Nos adentramos en los escombros, deteniéndonos cuando mis ojos caen en una escena que tiene como firma "Ackerman" en todos lados.

En los escombros, un circulo de sangre, con una foto de mi padre y un corazón clavado en ella me pone a pensar en Maximiliano Ackerman y su sádica manera de dejar su marca.

Me agacho, pasando los dedos por la sangre llevándomela a la nariz. ¿por qué Maximiliano se tomaría tantas molestias de dejar un mensaje? ¿por qué hacer todo este desastre? La respuesta más sencilla es que el clan de mi padre está en guerra con el suyo al igual que el de Dorian, el acuerdo que se pactó hace años se rompió, pero ¿por qué? Esa pregunta me viene taladrando la cabeza desde que la bomba nuclear desapareció Sarja del mapa y devastó varios pueblos y ciudades cercanas a esta.

Escucho pasos acercarse a mi espalda. Me levanto, haciéndole un gesto a Blake para que me informe los daños.

– no hay sobrevivientes. Ya recorrimos cada parte de la ciudad y buscamos en cada rincón. No hay ningún sobreviviente, solo hay cuerpos y escombros. – me informa.

– ¿sabes algo sobre lo que te dije?

– he buscado en todas partes, le he preguntado a mucha gente, pero nadie me da respuesta. Tu padre se está encargando de que no te enteres.

Tomo una gran bocanada de aire.

Nunca cuestiono las decisiones de mi padre, siempre lo he visto como alguien sabio he inteligente, pero no logro entender sus razones para mantenerme aquí y exigirme que tome mi rol como próximo sultán, ocultándome el motivo de la guerra.

Tengo un mal presentimiento, algo que no me deja dormir por las noches. No sé que es, pero me tiene inquieto y alerta a cada momento.

– ¿Quieres que mande gente a Europa para averiguar? – pregunta y niego.

– recojan los cuerpos, comuniquen a los familiares de los muertos y los que no tengan familia quémenlos, pero no quiero ver ni un solo cuerpo para cuando caiga la noche. – medio giro la cabeza mirando la foto de mi padre con el cuchillo clavado en el corazón. – limpien eso también.

YelenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora