04.

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Kisaki junto a Takemichi y Chifuyu se encontraban reunidos con uno de los integrantes de los Black Dragóns, el topo de esta pandilla, como lo llamó el de lentes anteriormente.


— Asegúrate de que nadie se entere —decía en susurro con algo de temor— si esto se llega a saber, estoy muerto.

«¿Este es el topo de los Black Dragóns?» pensó Takemichi mientras miraba a los presentes.


— No te preocupes, aquí nadie te delatará —decía Kisaki con seguridad— Tú lo sabes ¿No?


— Supongo que vienen para saber los movimientos de jefe ¿O me equivoco? —el de lentes negó.


— Si queremos vencer a los Black Dragóns tenemos que saber sobre Taiju, lo que hace un día cualquiera, dónde está, que hace y a que hora. Así tenemos una idea en general de conque estamos tratando —Comentó el moreno de lentes.


Hubo un pequeño silencio hasta que el contrario habló.


— Soy asistente del jefe, me familiarizo en la mayor parte de eso.

Todo era normal hasta que pequeñas pisadas se escuchaban cerca del lugar, cosa que no notaron los presentes por estar atentos a las palabras del traidor.


— Bueno, en primer lugar —antes que terminara de hablar la puerta se abrió de golpe— ¿Eh?



— ¿Qué sucede aquí? Huele a rata de alcantarilla en este lugar —dice en burla la persona que se adentró a la sala, asustando un poco a los presentes, pero más al "topo"


El hombre lo miró con miedo mientras que Kokonoi se preparaba para decir algunas palabras "de consuelo" para aquel hombre.


— Sabés, nuestra última rata lo paso muy mal, ya sabes, no pudo soportar el peso así que ¿creo que se suicidó? —comentó con simpleza.



— L-Lo has entendido mal Koko-kun —tartamudeo con temor.


Koko felizmente miró el techo con una sonrisa de burla y después miró al hombre quien ya sabía que le tocaba.


— Creo que es tortura para tí —rió— saquen a esta mancha de mierda de mi vista —alzó un poco la voz, mirando a sus subordinados.

Los dos hombres que lo acompañaban asintiendo y tomaron al hombre de los hombros arrastrándolo a la salida del lugar.

— ¡No puedes ignorar esto! —gritó desesperado.



El de cabello negro ignoró la petición del hombre y solo se dedico a mirar a los invitados.


— Ahora ¿Cómo debo de tratar con el resto de ustedes? — les pregunto con una media sonrisa.

Los presentes se quedaron en silencio por unos cortos segundos, al final Kisaki se digno a hablar.


— No estamos aquí para pelear —respondió serio.

— . . . Cien mil —mira el dinero.

Takemichi y Chifuyu lo miraron con una expresión sorprendida, no imaginaban que ese hombre quería negociar con ello, o solo lo hizo por la gran cantidad de dinero que estaba en juego.


— Por 100.000 yenes les diré lo que quieren saber, bastardos.


— Bien —le entrega el dinero— quiero saber cuando Taiju está solo.


— El jefe nunca está solo —habló, antes de continuar la presencia fémina se adentró al lugar.



— ¡Hola! —mira a los presentes— ¿Koko?



MI LINDA AKANEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora