30.

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[POV T/N]

Me hizo sentarme en unos de los sillones frente él, era incómodo, su mirada me carcomía, era tan intensa que me intimidaba. Este no era el Manjiro que yo solía conocer.

Tragué grueso y suspiré con pesadez, esperando a que él decidiera comenzar la charla para poder retirarme, veía el cielo oscurecer por el ventanal y me sentía algo intranquila aquí. De seguro se esconde en cualquier lugar de aquí, yo realmente le temo.


— Manjiro... ¿Vas ha hablar de una vez? Necesito regresar a mi casa, Akira me espera... —dije, no respondió, escuché pasos detrás de mí, me tensé cuando una mano gélida tocó mi hombro, no quise girarme, pero su voz me inquietó.


— ¿Mmm? Mi linda chica está aquí, que hermosa te ves de cerca, ______, incluso ya no te pareces a ella —rió, cerré mis ojos y suspiré con cansancio, nada había cambiado.


— Sé quien pretendes que soy... —sisee, apreté mis puños y me mantuve con la cabeza baja, aunque no lo amara, me dolía.

Dolía el hecho de que a cada a persona que decido entregarle mi corazón, siempre me ven como la otra persona, eso es tan cansado, tan triste y doloroso. Siempre para los ojos de Koko seré Akane, su locura y ambición lo segaron por completo.


— Eso no importa ahora, no hables de cosas tan tontas —masculló, miré a Manjiro, tenía su vista fija a Kokonoi, algo quería.

— Largo... Tendrás tu momento después, necesito aclarar cosas con mi hermana, ya sabes... Lazos familiares.

Él se fué, otra vez quedando con otra persona que no deseaba ver otra vez, pero el destino se empeña a qué todo esto suceda, vaya vida.

— No entiendo porque regresaste a jodernos la vida, _____, pudiste quedarte en USA, pero te encanta el peligro. Recuerda bien que la vida de tu pequeña también peligra estando en Japón, lugar que sabes muy bien que manejo a mi antojo, con solo una pequeña llamada puedo joderte la vida —se levantó de su asiento, caminó a paso lento hasta donde me encontraba y se agachó frente a mí, lo miré con odio.


¿Qué le hicieron al chico rubio y amable que solía conocer?

— No te atreverías... Lo sé.

— ¡Tú no sabes nada! ¡No entiendes nada! —exclamó furioso— ¿Crees que soy un maldito juego? No... ¡Claro que no, debes aprender a no meter tus narices en mis asuntos... A la próxima te mataré... Estás advertida, ahora lárgate.


Me levanté lentamente del sillón, Manjiro me miró por unos cortos segundos y después se fué, yo tenía que hacer lo mismo, y no solo eso, tengo que irme de Japón, ya aquí no es nada seguro teniendo a un loco en mi búsqueda, que para lo peor ahora mismo casi lo tengo en la nuca. Nunca dejo de meterme en problemas y tampoco quiero que mi hija sufra las consecuencias de mi estupidez, no quiero poner al único ser que me queda en peligro, ella es mi todo.




***




— ¿Tienes todo listo?  —preguntó Naoto, asentí, mi vuelo salía dentro de una hora, tengo tiempo para darle una última visita a Izana, no regresaré nunca más a este lugar.




— Me has preguntado eso tres veces y sí... —rode los ojos, tomé mi maleta, Naoto cargaba a Akira para bajar hacia el parqueo.



— Aún no entiendo por qué te vas tan rápido ¿Surgieron trabajos en USA? Desde que regresaste de vez intranquila, eso es raro de tí ¿No te viste con Bonten?


— Ya te lo dije, no lo hice, no me ví con nadie, solo había mucha fila en el supermercado, y eso que me hicieron caminar hasta el centro, era Domingo, todo se cerraba temprano —me escuse, no podía decirle la verdad, ya mucho peligro corría siendo policía y aliándose conmigo.



— Bien... Aquí estamos —abrió la puerta trasera y sentó a Akira en su silla especial— puedes contar conmigo para lo que sea, _____...



— Lo sé... —sonreí— bueno... Esto es una despedida compañero, me gustó trabajar contigo, fue divertido —reí.


Me monte en el auto y le dí un último adiós a Naoto para emprender camino hacia el cementerio y después irme del país, espero y así pueda sentirme tranquila.


El recorrido fue tranquilo, me estacioné y bajé del auto con Akira en brazos, caminé hasta la lápida de Izana y me inque frente a esta, todavía estaban las risas que le había dejado hace tres meses, marchitas.




— Hola Izana... Sé que ha pasado mucho tiempo desde mi última visita y yo hoy en especial quería despedirme de ti... Yo me iré del país, ya no volveré nunca más... — suspiré.



— ¿Ah? ¿Qué te hace pensar que te irás? —no, no puede ser...




— Koko...





┖Fin del capítulo┒
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Gracias por leer hasta acá, nos vemos en el próximo capítulo
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~Smailer-Shimura
















MI LINDA AKANEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora