★ Matrimonio forzado ★ FINALIZADO

Treintavo capítulo

—Cómo supieron que vivía aquí?—Huening rompió el abrazo que su amigo le brindaba.

Soobin al sentirse un poco mejor miró a los ojos avellanas de hueningkai, apagado ya no teniendo ese brillo que veía antes cuando su presencia era importante ante los ojos del pequeño enamorado.

—Repito, cómo supieron que vivía aquí?—Kai estaba un poco alterado, Yeonjun pudo sentir la tensión entre todos, el siendo mayor se acercó a kai para tranquilizarlo.

—Yo te estuve buscando todo el tiempo kai, no sabía de ti hace dos meses—Agregó Kang con tristeza—No sabía que te molestaba— se refirió en la manera del habla del menor.

—Kai por favor regresa a casa, realmente me he dado cuenta que te amo que no puedo estar bien sin ti, tú eres el sol que ilumina mis días y que le da calidez a mi corazón—Soobin tenía los ojos aguados apunto de romperse en llanto al ver la fría mirada del menor—Por nuestro hijo.

Yeonjun miraba con desagrado al pelinegro así como Kang lo observaba con coraje—Déjate de estupideces choi, por tu culpa es que kai está así—Soobin miró al más bajo viendo como su pecho subía y bajaba.

—Te amo hueningkai—El alto ignoro lo que Kang dijo y se centró en sus sentimientos por el estadounidense—Sé que no soy el mejor esposo pero estamos a tiempo de remediar las cosas—Soobin empezó a hablar fluidamente con emoción con la esperanza de que kamal se lanzará a su brazos, pero esa mirada le daba miedo—a estar juntos y ver crecer a nuestro bebé y...

—No—Soobin dejo de sonreír al escuchar la respuesta que no quería haber escuchado—No quiero estar contigo, pero lo mejor será estar separados.

Un hueco sentía en su estómago, al decir esas palabras al enfrentar a Soobin y decidir por él mismo, pero mentía con que no lo necesita, lo ama pero ha estado mucho mejor solo.

Soobin se quedó perplejo, sus lágrimas resbalándose, aún viendo el rostro frío y tranquilo del menor— aún me amas?

—Soobin por favor deja al niño en paz, ya te dijo que no quiere estar contigo —Yeonjun comentó con burla al verlo tan débil.

—¡CÁLLATE!—gritó, que sus mejillas rebotaron por la fuerza que tuvo que hacer, también desgarrándose la garganta seguido de un llanto silencioso.

Agachándose, agarrándose los cabellos por frustración siendo visto por los que estaba presentes en el momento, y a hueningkai rompiéndole el corazón.