Conociendo un hada

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Los dos entrenadores habían llegado a ciudad Lumiose. Calem le pidió a Hilbert que se despidieran en la entrada a la siguiente ruta.

—Como sea, nos veremos del otro lado —dijo el entrenador de tipo dragón viendo a una parte.

—Ya veo, vas a hacer algo aquí —mencionó el chico amigable.

Él simplemente apuntó con todos sus dedos a una dirección y estaba Valerie. Entonces su compañero le puso una mirada coqueta al aspirante a maestro dragón.

—Calem, no estoy acosándola—informó colocando sus manos en los bolsillos en señal de intentar evadir expresiones corporales.

—Por fin me llamas por mi nombre. ¿Eso significa que ya me consideras un rival? —preguntó con una sonrisa.

—Tómalo como quieras. —Caminó donde la chica.

—Qué antipático —habló sin que él lo escuchara.

Valerie se dio cuenta de que Hilbert iba hacia ella y saludó cordialmente con una pequeña reverencia.

—¿Por qué sigues aquí, Valerie? —preguntó el castaño con curiosidad que intentaba disimular.

Deino restregó su cabeza con la pierna de la chica. Entonces ella decide agacharse y acariciarlo.

—Ayer terminamos las compras, pero hace mucho tiempo que no venía a Lumiose. Aunque mis asistentes se adelantaron —explicó con una sonrisa—. Ah, ¿cuándo fue la última vez que vine? Oh, ya recuerdo. En el restaurante Nifú Nifá con unos amigos.

—Ya veo —dijo mientras sacaba sus manos.

—Así que ella es Valerie —comentó Calem acercándose.

«¿Qué planea este papanatas ahora?» —pensó con algo de preocupación de lo que haría.

Él quedó por un momento consternado por los ojos de la chica. Decidió dejarlo pasar y se presentó como el rival del pequeño.

El apodo que le dijo el procedente de Kalos le molestó. Ellos les sacaban como cinco centímetros solamente. Aunque tengamos en cuenta que Valerie usa plataformas.

—Un rival, eh —reaccionó ante lo dicho por el chico de 18 años con algo de sorpresa. Aunque luego, se rió internamente por el apodo.

—Por cierto, te ibas ahora, ¿no? —preguntó interesado.

—Siendo honesta, justamente me iba. Pero nuestros caminos se cruzaron —respondió levantando un brazo tapando parte de su rostro por sus mangas.

—Creo que a Hilbert le gustaría acompañarte —dijo el entrenador de Frogadier como intento de hacer que este madure un poco respecto a ser un entrenador.

Ella le preguntó si eso es verdad. Él no sabía qué responder y Valerie dio por hecho que Calem lo dijo para algo más.

—No me molestaría acompañarte. Si te llega a suceder algo en el camino, no podríamos luchar de nuevo —explicó mientras miraba a otro lado para evitar contacto visual.

A Valerie se le escapó una pequeña risa antes de aceptar la compañía de Hilbert. Calem se despidió diciendo que tiene que continuar.

Ambos se dirigen a la ruta 14. Esta era una ruta que parecía una especie de pantano. Ellos estaban en un mini parque infantil que representaba el inicio.

En el camino, Hilbert no hablaba con la entrenadora de tipo hada porque decidió acompañarla debido sentir la espalda contra la pared.

Valerie simplemente no sabía qué tema introducir para iniciar una conversación. La única "interacción" que tuvo fue cuando Dei quiso cariño de ella y decidió cargarlo.

A por una Dracoventura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora