A por una Dracoventura

Superando la pérdida

Los tres entrenadores habían caído lejos de la zona de batalla. Aún encontrándose en la ruta 17, pero casi cerca de ciudad Anistar.

—Articuno nos salvó la vida —mencionó Valerie sorprendida por la acción del Pokémon.

—Solo esperemos que no haya sido capturado —dijo la líder de gimnasio haciendo el esfuerzo por levantarse.

—Por cierto, señora Olymphia, ¿qué hace aquí? —preguntó con curiosidad.

—Había tenido una visión. La devastación asecha a Kalos —reveló con clara seriedad—. Vi a Articuno en ella, y sabía que este se ocultaba en la ruta 17.

—¿No sabe quién es el mal que asecha?

Ella negó con la cabeza a la pregunta de Valerie. Solamente añadió que había visto un destello rojo.

El muchacho comenzó a caminar hacia el este después de regresar a Nair y Goo. No quedaba mucho para llegar a ciudad Anistar. Pero la verdad, es que no le importaba nada.

Su amiga se dio cuenta de la actitud que estaba tomando. Así que decidió acercarse a él.

—Blacky, no te sientas mal. Vern... —Intentó consolarlo, pero el chico la interrumpió.

—Quería que siguiera a nuestro lado... ayudándonos a mejorar... mutuamente —dijo casi en un susurro.

Ella iba a seguirlo, pero Olymphia la detuvo mencionándole que necesitaría algo de tiempo.

—Por como actuó, te puedo decir que no quiere estar con alguien en estos momentos —mencionó con sus ojos cerrados.

—Aún así, vámonos a ciudad Anistar. Me estoy muriendo de frío —expresó con un ligero temblor.

Después de un tiempo, los tres habían llegado a la ciudad. No obstante, Hilbert había ido por una dirección diferente de las dos mujeres.

Su mirada estaba perdida. Le daba igual si chocaba con alguien, puesto que esa persona no era importante.

La caminata fue detenida por un golpe de revelación que tuvo. No había curado a sus Pokémon.

Al llegar con la enfermera Joy, dejó sus Poké balls para que pudiera sanarlos. No obstante, se alejó lentamente.

—Saldré un momento, así que diles que me esperen —le mencionó a la enfermera antes de irse.

Realmente no sabía qué hacer ahora. Sentía que era su culpa el no haber sido un mejor entrenador.

Tal vez podría haber vencido a Drasna si hubiera entrenado más con la compañía de Valerie. Pero ya le daba igual todo. Vern estaba muerta, y no había nada que pudiera hacer para enmendarlo.

Él había llegado a una tienda. Parecía vender distintos tipos de frutas.

...

*Idioma Pokémon*

Podemos ver un Murkrow que en su espalda traía uno de los núcleos de Zygarde. Había llegado hasta pueblo Anistar.

—*Muchas gracias por traerme aquí* —agradeció el pequeño núcleo.

—*¿Estás seguro de que quieres que te dejé aquí? Los territorios de los humanos son muy grandes* —mencionó el volador mientras se rascaba con su pico.

—*Ahora que lo dices, es cierto* —contestó ante su descuido—. *Yo te digo dónde está el humano, y tú me dejas*.

*Fin idioma Pokémon*