El plan de Lysandre

8 1 0
                                    

Valerie, Calem y los Pokémon estaban en ciudad Snowbelle en terreno aéreo para no ser descubiertos.

La diseñadora de moda junto a Diancie se encontraban caminando gracias a Mr. Mime, y su capacidad de solidificar el aire. Mientras que volando estaban Calem con Ninjask y Victini por sí mismo.

—¿Están seguros que los Carbink estarán bien? —preguntó Valerie preocupada por los seguidores del Pokémon mítico.

—Ellos no son raros como estos dos, así que estarán bien —respondió el chico mientras se sostenía de los brazos del insecto.

Sabían perfectamente que no podían quedarse en la cueva terminus, ya que Malva sabía su localización.

Ya habían pasado unos días desde que todo esto inició. Hillary ha estado en el laboratorio del profesor Sycamore protegida por Sina y Dexio. Ha estado muy preocupada por su hijo, y esperando que se encuentre bien.

Hablando de Hilbert, nadie sabe el paradero del entrenador. Se cree que está desaparecido.

Valerie y Calem la han tenido difícil para llegar a ciudad Snowbelle. Han tenido que evitar a mucha gente, hasta enfrentar algunos.

Aunque esto no ha mejorado en lo absoluto, debido a la misteriosa desaparición de algunos líderes de gimnasio. Hay algunos que teorizan de que los fugitivos están detrás de esto.

...

En un misterioso laboratorio se encontraban Viola, Korrina, Ramos, Clemont, Olymphia y Wulfric encadenados en una habitación.

Una figura identificada como el líder detrás de todo esto los observó con una sonrisa. Específicamente, Lysandre.

—¡¿Por qué haces esto, Lysandre?! —exclamó el joven líder de tipo eléctrico, quién era un gran admirador de todo esto.

—Es el plan que yo... no, Serena creó para hacer de Kalos un lugar mejor.

—¿Secuestrar a los líderes de gimnasio servirá para esto? —cuestionó el veterano de tipo planta. No encontraba lógica en esto.

—Es irónico que preguntes eso cuando todos ustedes han sido peones que me han ayudado —dijo con una expresión tranquila que demostraba lo realmente dominante que estaba ante ellos.

—¿Por qué? —murmuró Clemont—. Yo te admiraba, eras mi figura a seguir. "El futuro es gracias a la ciencia" ¡eso aprendí de ti!

—Qué bonito, pero solo eres una pieza para que los elegidos podamos hacer un mundo mejor. Desde el momento en que te vi, supe que podía utilizarte. ¿No recuerdas que me ayudaste a modificar los brazaletes?

Esto dejó en shock a todos, pero más al muchacho. Eso significaba que ese brazalete era algo más que un medidor.

—Era un recolector de energía. Así es, Clemont, ¡si no fuera por tu ayuda, hubiera costado más tiempo el desarrollo de estos acontecimientos! —reveló para destruir a Clemont. Y efectivamente, lo consiguió.

El rubio dio un grito maldiciendo al hombre que anteriormente admiraba, pero que en estos momentos, es lo que más odia.

—¡Cómo puedes ser tan malnacido! —exclamó Korrina bastante enojada por quebrar la voluntad de su compañero.

—Tú, que fuiste elegida para portar el secreto de la megaevolución deberías entenderlo. Pero es claro que la grandeza a la que aspiro está fuera de tu entendimiento —declaró con su puño cerrado—. Si no puedes ver cómo está cayendo Kalos, mucho menos su belleza. ¡Así es! Todas mis ambiciones, los sacrificios, es absolutamente... por Kalos.

A por una Dracoventura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora