Proyecto V

23 3 0
                                    

Nos situamos en ciudad Shalour con  Calem caminando con una chica adolescente.

La gente no puede confundirla debido a su rubio cabello y ojos azules. Por su atuendo, ya puedes dar por hecho que es una patinadora: un vestido de color blanco con detalles rojos y unas mallas negras por debajo. Calzando unos patines, además de un casco. En su guante izquierdo posee una piedra activadora incrustada.

—Te agradezco que cuidaras de Lucario para que aprendiera a controlar la esfera aural —agradeció el chico con una sonrisa.

—Lo que sea por un amigo —dijo haciendo también una sonrisa—. Mi Lucario se sintió orgulloso de ser maestro.

—Me lo imagino —añadió con una risita.

—Calem, ¿qué harás ahora que ganaste mi medalla? —preguntó mientras se adelantaba patinando.

—No lo sé, Korrina. Supongo que intentaré acercarme a él —comentó decaído al observar una Poké ball.

—Todavía no te hace caso, ¿eh? —Su estado alegre se desvaneció.

—Si tan solo lograra hacer que saliera de su Poké ball —expresó mientras la apretaba un poco con frustración.

—Tranquilo, ya lograrás que salga de ahí. No puede estar decaído por la muerte de tu padre por siempre. —Colocó una mano en el hombro de su amigo.

—Lo sé, pero no es... —Fue interrumpido por su Zorua que salió de la Poké ball intentando ponerse en dos patas.

—Parece que quiere llamar tu atención —mencionó Korrina riéndose un poco por lo que hacía.

El entrenador de tipo ninja no pudo evitar soltar una risa antes de tomar a su Pokémon

—Gracias, pequeña. —Le acarició la cabeza.

—¿Sabes cuándo va a llegar tu amigo? —preguntó la chica intentando cambiar de tema.

—No lo sé. Han pasado semanas desde que no lo veo —respondió con las mismas dudas que su amiga.

—Ya veo —dijo resignada porque Calem le mencionó de Hilbert; y tenía curiosidad de saber cómo sería un entrenador de tipo dragón.

—Debo decir que me molesta el hecho de que los gimnasios sean tan estrictos —confesó el chico con un tono más serio.

—Lo mismo digo. De hecho, hace poco nos dijeron que si queríamos proteger Kalos, cada líder debía tener como mínimo la megaevolución y usarla en las batallas de gimnasio —mencionó con clara molestia.

—Creo que sé a lo que te refieres. Contra Hilbert usó a Mega-Aerodactyl, pero contra mí no. Lo cual significa que en ese intervalo de tiempo descubrieron la megapiedra —añadió mientras cruzaba los brazos.

—¡No hablo de eso! —exclamó cruzando los brazos—. Me enoja el hecho de que han ignorado la tradición de mi familia con respecto a la megaevolución. Nadie ha hecho la ceremonia.

...

En ciudad Cyllage, Celosia estaba prendiendo un holomisor.

—¿Qué has descubierto durante este tiempo? —preguntó una voz masculina.

—No hay muchos llamativos, pero sí unos chicos llamados Hilbert y Calem. Lograron responder ante cualquier ataque mío—respondió la líder de tipo roca.

A por una Dracoventura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora