A por una Dracoventura

Una noticia inesperada

Había una silueta lanzándose desde la torre Prisma de ciudad Lumiose.

La gente que se dio cuenta de esto, logró apreciar que era Hilbert, quién estaba cayendo a una gran velocidad.

—¡Yuju!. —Es sujetado por Drei a unos metros del suelo, causando una cortina de humo.

Después dieron una vuelta por algunos edificios para observar la ciudad. Aunque el chico traía unas gafas para cubrirse del viento.

—Muy bien, Drei, es hora de bajar —dijo para comenzar a bajar lentamente la velocidad.

Se acercaban a la ruta 13, lugar donde normalmente entrenaban. Se lograba apreciar a dos nuevos miembros en el equipo.

Unos segundos después llegó Sala para entregarle la gorra, la cual traía en su boca.

—Gracias, Sala. —Se la colocó para cubrir su cabello despeinado al estar en el aire—. ¿Cómo estuvo tu paseo?

—¡Salamence! —respondió bastante emocionado.

Se podía observar a un Dragapult esquivando la ola de veneno que se dirigía a él, entonces lanzó una esfera de color morado, logrando derribar a Dragal.

—Suficiente entrenamiento, Dragal, Pult. —Se acercó a cada uno para acariciarlos por su desempeño.

Pero entonces llegó una criatura extraña que le comió la cabeza a Hilbert.

—¿Ya diste la vuelta, Vish? —preguntó mientras intentaba safarse de la mandíbula del Dracovish.

—¡Vish! —gritó el Pokémon fósil de Galar.

Entonces escuchó pasos dirigiéndose donde él; era nada más ni menos que Serena.

—Sabía que te encontraría por aquí —comentó con un Eevee a su lado.

—¿Para qué me buscabas?

—Simplemente quería verte —respondió con una sonrisa.

—Ya veo —contestó mientras guardaba a sus dragones—. ¿Cómo se llama?

—Eh, Ubeon —dijo sonriendo abiertamente, pero luego se puso algo molesta—. Te vengo a ver, ¿y solo preguntas por el nuevo miembro?

Acarició a Ubeon, y luego hizo contacto visual con Serena, la cual también se le quedó observando.

—¿Qué tal si hablamos en el restaurante Nifú Nifá? —ofreció con una sonrisa.

Aceptó la propuesta de comer algo, ya que tampoco había almorzado y no tendría que pagar.

—Veo que sigues tu tradición de poner nombres mal pronunciados —comentó Hilbert observando al Eevee que será Umbreon.

—Supongo que es por la misma razón que abrevias los nombres de los tuyos —contestó con una sonrisa juguetona.

Ambos no pudieron evitar una pequeña risa por eso. Se les daba mal aprenderse los nombres.

Cuando llegaron, Siebold los recibió para que pudieran su orden. Al empezar a comer, se estaban poniendo al día.

—¿Qué hay de nuevo? —preguntó el aspirante a maestro dragón.

—Nada del otro mundo, solo que ahora estoy postulando para unirme a la policía internacional —respondió jugando con sus tallarines.

—Eso es genial. ¿Por qué dices nada del otro mundo? —cuestionó mirando su expresión decaída.

—Bueno, probablemente todavía haya miembros del team flare sueltos. Seguramente tendré que viajar bastante. Eso significa que no podré verte tan seguido —expresó mirándolo fijamente, provocando que se avergonzara un poco.