Los primero pasos

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El bosque seguía siendo el mismo de siempre, frondoso, grande, con frutos de los cuales me alimento día a día. Es mi hogar todo este bosque, vivía en una pequeña choza pero me movía todos los días por este bosque desde que tengo memoria. En mis recorridos matutinos me encontré con personas de mal corazón, no eran los únicos y pude ver que llevaban algo dentro, era momento de probar mis habilidades contra ellos.

Realizo un ataque sorpresa y usando mis habilidades, acabe con ellos a una gran velocidad, la sangre de estos estaban por todos los lados, los cortes que les hice al usar mi katana, un arma que no se ve muy a menudo, es fuerte y rápida pero algunas personas prefieren usar espadas, escudos, arcos, entre otro montón de armas más que hay.

Entre unas de las bolsas que ellos llevaban, había una que se estaba moviendo, me alerte y mire que alguien trataba de hablar. Estaba tapado con una manta y enredada con cuerdas por todo el cuerpo. Fui curioso y abro la manta, viendo a una niña que tenía la boca tapada con un paño, me observo y me miraba con ojos de suplicas, bajo el paño de su boca para que hable.

-¡Por favor! ¡Ayúdame! Fui secuestrada y...-de pronto mira a los alrededor y se desmaya. 

Creo entender la razón de su desmayo, debió ser la sangre de los enemigos y como estaban decapitados, estos comenzaron a desvanecerse hasta que no hubo rastro de ellos. No podía dejarla aquí, así que tuve que llevarla conmigo, tirando todas las frutas que recogí y cargaba en un canasto que había hecho para esto, deje que ella estuviera dentro junto con otras frutas, tenía que tener algo para comer y para compartir con ella o eso creo que puede ocurrir. Pasé mis brazos por las cuerdas que tenía el canasto y lo cargo, era un poco pesado y avance hasta mi choza.

La deje en cama y deje todo como para estar presentable en este lugar, además para que ella despierte y vea un lugar más limpio. Mi difunto maestro me hablo de chicas. Se deben tratar con respeto y tener mucho cuidado, en especial si se trata cuando pasan un momento difícil, me sorprende que una niña como ella sea secuestrada, sus orejas me llamaron la atención son muy puntiagudas.

Preparé algo para comer, encendiendo la fogata y teniendo un caldo listo para cocinar una buena comida de verduras. Luego pude ver que la cama se estaba moviendo, ella comenzó a despertar y entonces me acerque a ella.

-Hola.-la salude. -¿Estás bien?-

-Si...-se sienta en la cama y mira a los alrededores. -¿Donde estoy?-

-En mi casa, es una choza, es algo pequeña pero con todo lo que uno necesita para vivir.-me moví para ver la comida que estaba lista. -¿Tienes hambre? Tengo algo de comer.-

-No... yo...-luego escucho su estomago que pedía comida, preparé dos platos y le ofrecí. -Gracias.-ella lo prueba y su expresión es de alguien alegre. -Esta bueno...-

-Me alegra escucharlo.-sonreí cuando escuche lo que dijo.

Luego le ofrecí de beber, era jugo y le dije como lo hice, usaba las frutas y un utensilio de cocina llamada mortero, para moler las frutas y exprimir los jugos de estos. Cuando terminamos deje los platos en una vasija con agua, donde normalmente los dejo para luego lavarlos. Pero creo que primero debo hablar con ella, antes de seguir con esto. Comenzaré preguntarle como se llama.

-Entonces ¿Cuál es tu nombre?-le pregunte.

-Soy Tifa.-me respondió.

-Yo soy Nathan, es un gusto.-

-Nathan, se que será mucho pedir pero... ¿Me ayudarías en llevarme a casa?-

-¿Sabes donde es?-

-... No lo sé.-

El último usuario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora