La caza de las ratas demonio había comenzando con Moroha cazando tantas como su olfato le dejara, las ratas demonios se escondían debajo de las raíces del arroz soportando la falta de aire.
Setsuna colocó un poco de veneno de exterminador en una vasija de sahumerio para colocarlo en dirección opuesta al granero del pueblo.
Towa esperó por la salida momentánea de las ratas en la puerta del depósito.Moroha luchó contra algunas cortándolas a la mitad, los chillidos de los demonios roedores eran de lo peor.
Los ojos rojos, la pestilencia que emanaban, la manera de arruinar el alimento.
La chica de rojo eliminó tantas como pudo con la katana, mientras Setsuna las envenenaba para que los aldeanos se encargaran de terminarlas.
Towa se enfrentó contra varios cientos mientras alguna que otra la rozó buscando lastimarla.Al final del mediodía casi mil ratas demonios fueron eliminadas, la recompensa se vería dividida entre las tres pero antes los aldeanos le prepararon un almuerzo en agradecimiento en la casa de la sabia del pueblo.
Las muchachas estaban acostumbradas a Kaede asi que creyeron que sería lo mismo que comer con ella.
La anciana las recibió con alegría mientras el fuego cocinaba lentamente la comida.
Esta sabia era diferente ya que predecía el presente según los pobladores.—Muchas gracias por dejarnos comer aquí, ya estaba algo cansada.— bufó Towa acariciando su cuello
—No es necesario, deberíamos irnos para regresar al pueblo antes de que el sol se oculte.— recordó Setsuna tan severa como de costumbre
—Eh Setsuna, calmate. Siempre hay tiempo cuando una deliciosa comida de recompensa se cocina.— sonrió Moroha de par en par
—Con tu estómago nunca llegaremos a tiempo.— jadeó la exterminadora sentada de rodillas
—Esta vez estoy de acuerdo con Moroha, luego de matar tantos demonios el estómago me gruñe.— Towa apoyó a la cuarto demonio sentándose en la choza de la anciana
—No hay problema, recibimos peregrinos la mayoría de tiempo, ustedes han hecho un maravilloso trabajo.— las halagó la sabia
—Oiga sabia, ¿de donde provienen tantas ratas demonios? Son un plaga, de seguro hay más correteando por debajo del suelo.— habló Moroha dejando la espada y arco a su lado
—Han sido una calamidad desde que era niña pero últimamente crecieron no solo en número sino también en poder, los espíritus entraron en un desequilibrio.— aseguró ella revolviendo la olla
—El mundo de los espíritus y el de los humanos se rozan, es peligroso para ambos estar así de cerca.— asintió Setsuna mirando su naginata
—No debo decírselo, ustedes son medio demonios ¿No es así?— la sabia rió por lo bajo reconociendo la energía de las niñas
—¿Lo puede saber?— se sorprendió Towa, hasta ahora casi nadie las descubría
—No es difícil reconocer el aura que las rodea, son especiales, nadie lo negará.—
—¡Podría hacernos una lectura! No he sido devota de la suerte pero me encantaría saber mi destino próximo— se alegró Moroha dejando ver su sonrisa heredada de Inuyasha
—Que molestia...— susurró Setsuna dejando escapar un suspiro tibio
—¡Increíble! ¿Puede hacerlo?— inquirió Towa con la mirada ilusionada
—Claro, todo viajero que pasa por mi casa recibe una predicción, considerando que han eliminado a la mayoría de la plaga suena justo que les haga una predicción.— la anciana se levantó y colocándose delante de las tres chicas pidió la mano de alguna de las niñas
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Mitad humana, mitad reina. [Terminado]
FanfictionMoroha es la nieta de Inu no Taisho, aquél que fue cercano a el soberano del este. El cuarto de sangre que lleva dentro hace que sea demasiado llamativa. Kirinmaru necesita saber si ella es la verdadera heredera de Toga.