24. Frágil

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La noche había cedido sin poner resistencia. Ahora, el amanecer era quien se fundía hasta hacerla desaparecer ante mis ojos. No los he podido cerrar del todo pese a lo cansada que me encuentro. Y no lo digo como un castigo sino todo lo contrario. Este había sido mi sueño durante tanto tiempo que no podía darme el lujo de desaprovecharlo aunque me hubiese gustado que las condiciones fuesen otras.

De cualquiera manera, nadie me quitará jamás la experiencia de haber compartido una noche al lado de Juliette. He disfrutado del rico aroma floral que se desprende de su rubio cabello, del tenue e imperceptible sonido de su respiración, también del calorcito que su cuerpo producía al estar pegadito al mío. Y cómo no de los dulces gemidos que escapaban de su boca cuando antes de dormir le acaricié su cintura, la cual nunca dejó de estar atrapada entre mis brazos. Tuve miedo de despertar por la mañana y que ella haya desaparecido. No hemos hecho nada más que dormir y quizá acariciarnos un poco por sobre la ropa, pero los besos no han nacido por parte de ninguna.

No es justo el aprovecharme del resquebrajado y frágil estado sentimental que llevo encima para que ella me perdone. Además, el hecho de quedarme a dormir con ella durante toda la noche fue demasiado. Quizá solo accedió porque le conté la verdad sobre que mis padres viajaron a visitar a Ivana, y yo estaría en la soledad de mi casa hasta las vísperas navideñas. Era obvio que Juliette tenía otros planes para esa noche -¿acaso tendría una cita con alguien o una reunión de trabajo?-, pero luego de una llama que hizo, su voz se tornó contenta al decirme que cenaríamos juntas como en anteriores ocasiones.

Nos pusimos al día sobre nuestras vidas como si la "separación" y "mi corazón roto" jamás hubiesen existido. Un tema que le alegró muchísimo fue el hecho de que por fin egresé de la universidad. Lo único que me falta es sustentar la tesis en enero y seré licenciada en Economía. Sin embargo, a ella también le omití otra gran noticia que ni a mis padres les he contado: me han ofrecido una beca para realizar un máster en España el próximo año. Sino fuese por el incidente con los Herrera, ahorita mismo sería la chica más feliz del mundo. Aunque ello puede que no sea de todo cierto pues la idea de irme lejos de mi familia y de Juliette me provoca mareos. Hasta ese momento, yo sabía que ella volvería a Europa en algún punto del 2022, pero me quedé fría como la nieve cuando a mitad de la cena mencionó que luego de las fiestas de fin de año, volvería a Francia.

Jamás en mi vida forcé una sonrisa y me comí las lágrimas como en ese instante de sorpresa. La boca se me secó de golpe, y la lengua se enrolló sobre sí misma para evitar decir algo estúpido como "¡JULIETTE! ¡TE AMO! ¡NO ME DEJES!".

Respiré hondo y le deseé lo mejor para su regreso. En silencio agradecí que cambiase de tema de conversación y así me distraje de la otra daga que hizo más frágil a mi alma en cuestión de segundos. La estabilidad emociona tarda tantísimo en fortalecerse, pero de un solo golpe esta se rompe en infinitas piezas que quizá nunca puedas reconstruir.

Pero claro, cuando las luces se apagaron y el silencio tomo posesión del dormitorio, la idea de que Juliette se irá lejos de mí me quitó la respiración. No esperé que fuese tan pronto, solo nos separa un par de semanas y puede que nunca más volvamos a estar juntas. O quizá solo sea una mentira para quitarme de su vida, en caso ella sea Miriam. Muchas posibilidades, y yo sin querer verla. Incluso, ahora es cuando menos me atrevería a conocer su sonrisa porque no podría volver a dormir sin recordar su rostro y no poder ir a buscarla.

Por un momento, dejo de lado la "injusticia" de aprovecharme de mi frágil condición y me atrevo a besarle el cuello mientras ella sigue dormitando. Abro los ojos y fijo la mirada en el entrelazado de nuestros dedos sobre el cubrecama. Me lleno de lágrimas y debo de enredar las pestañas como siempre lo hago.

♡♡♡♡♡♡

- Nena, así que estabas aquí -exclama muerta de la preocupación-. Pensé que te habías escapado a mitad de la madrugada o algo así. Primero fui al baño para ver si estabas ahí, pero nada. Casi, casi te busco debajo de la cama...

La Chica EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora