23. Trato

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2022

—La lección de hoy no creo que te guste— aseguro Natasha con el rostro serio, le sonreí pero no cambió en lo absoluto— Steve no está de acuerdo, pero tarde o temprano tendrías que aprender, prefiero que lo hagas aquí

Aquello me preocupó por completo ¿sería tan malo? A esta altura Natasha me había sometido a interrogatorios, simulacros de secuestro, exhaustivos entrenamientos y un par de huesos rotos, nada muy grave, pero a veces pensaba que más que entrenarme era tortura, Aiah y Steve coincidían.

—¿Vas a torturarme?— interrogue divertida, pero a Nat no le dio risa alguna, así que era un absolutamente sí.

—¿Que tanto sabes de anatomía?— cuestionó entrando al gimnasio, tendría mi lección de tortura 102.

—Lo básico— respondí sin prestarle mucha atención.

Aiah me siguió tranquila como siempre, cuidadosa de todo movimiento que Nat y yo tuviéramos en el entrenamiento, o así fue hasta que en un movimiento dislocó mi hombro derecho haciéndome emitir un enorme grito y ver a una Aiah asustada acercándose a mi.

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Parpade rápido recordando las enseñanzas y exigencias de Natasha, siendo ña única que me trataba como a una igual y no una pequeña protegida a quien debía cuidar a toda costa, siendo la qué más me repetía qué me cuidara, ella mostraba su preocupación de maneras distintas a la mayoría y enseñarte a soportar la tortura era parte de ello.

Logre enfocar girando la vista y  observando hacia arriba encontrándome con la doctora Reyes y una joven un par de años menor que yo avergonzada de ¿tocarme? Tenía sus manos sobre mi vientre, pero una vez que las quito apareció una horrible sensación de dolor.

—Gracias Anne es todo— dijo la doctora observando cómo es que de un brinco me sentaba sobre la cama —No te muevas, curamos casi todas tus heridas, pero aún tienes muchos hematomas

Mire a mi alrededor, la habitación no era la misma, esta era distinta, sus paredes eran de un azul celeste cálido, tenía una puerta pequeña que dirigía a un baño amplio, armario, un escritorio con los mismos folders de la vez anterior, además de un sofá de 3 plazas y una mesita pequeña con comida, inclusive tenía un mini refrigerador.

Me mire, estaba en ropa interior, supongo que la doctora se deshizo de mi short y mi camiseta debido a la enorme cantidad de sangre que debió poseer, aun tenía algunos moretones que parecían estar hechos recientes y otro más maduros con sangre esperando a ser reabsorbida, lo último que recordaba era a Jovan golpeando fuertemente todo mi cuerpo, tener los ojos tan hinchados por golpes que no podía ver nada y recibir patadas en el suelo hasta la inconsciencia. 

Mis últimas sensaciones me indicaba que tenía roto al menos más de un hueso, pero ahora parecía que apenas y tenía un par de moretones, inclusive la herida de bala de mi hombro y no estaba. 

—Anne tiene la habilidad de sanar a las personas— explicó la doctora Reyes mientras dejaba de atender las pocas heridas que tenía mi cuerpo —Tenías tantos huesos rotos que sería imposible sanarlos de forma tradicional, así que el jefe aprobó que Anne te sanará 

Edith tenía una extraña familiaridad, además de un claro acento, por mis maestros de español era fácil deducir que era de México aunque no podía saber a ciencia exacta la región. 

—¿Ella es alterada?— pregunté curiosa, hasta el momento era extraño para mí conocer a alguien cuyos poderes fueran meramente de nacimiento. 

—Mutante— respondió tranquila, desconocía ese término, y al parecer mi expresión me delató, pues le siguió una explicación —Son individuos que nacen con una "mutación" genética que les da habilidades, Anne puede curar las heridas o bien prolongar el tiempo de vida 

Iron Aid || FANFIC DE MARVEL||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora