Iron Aid || FANFIC DE MARVEL||

34. Euforia

—Alguien bloqueó su mente— externo Orisha a Bucky quien se encontraba preocupado a la orilla de la cama —Esperaban que justo en el momento en que viera a James detonaron sus recuerdos

—¿Magia?¿Control mental?— pregunto extendiéndome un vaso con agua.

—No lo sé, podría ser ninguna o ambas— concluyó —Solo reconozco que su mente fue perturbada, pero logró saber la causa.

—Estoy bien— musite acostándome de nueva cuenta, de alguna forma el sueño logró pasar sobrepasar mi versión de un sueño realista, amanecí con un par de moretones, probablemente ocasionados por mi —Solo son pesadillas

—Pero no solo son pesadillas Sofia— intervino Bucky

—Si no les importa, quiero estar sola— pedí girando en la cama y dándole la espalda.

Escuche los pasos alejándose y finalmente la puerta  abriéndose y cerrándose, desde que James apareció mis recuerdos fueron completamente desbloqueados, pasando de un control consciente a un inconsciente sobre ellos, amenazando en cualquier momento y dejándome tirada en la cama.

Me puse en pie avanzando hacia el baño y observando en el espejo, había ganado peso gracias al suero que Bruce perfeccionó, dándome la energía suficiente para moverme por mi cuenta, aunque los ánimos apenas y los poseía.

Observe mi reflejo en el espejo del tocador y tomé el tinte de cabello que había comprado hace días, tenía 3 cajas, suficiente para el largo que tenía mi cabello, suspire y comencé a hacer la mezcla, no había teñido antes mi cabellera, así que recordé cuando Natasha era rubia y me pareció adecuado.

Quite mi camiseta, me veía relativamente más sana, tenía nuevamente curvas en mi cuerpo aunque no como antes, ahora necesitaría ejercicio y continuar con las inyecciones del suero, las supervitaminas, apenas llevaba una semana, por lo que la siguiente me vería más sana y mejor, aún se marcaban mis costillas un poco, pero ahora de una forma algo más saludable,como sea, tome los guantes de plástico y comencé a teñir a la esperanza de que esto me ayudará, no sabía de que manera, pero esperaba lo hiciera.

Pasados los 40 minutos quite el restante de mi ropa y me introduje en la ducha retirando el tinte del cabello y tallando mi cuerpo, concentrandome en el ardor del agua caliente, salí de la ducha envuelta en una toalla y haciendo lo mismo con mi cabellera, al finalizar vería el resultado.

Tome unas bragas y me las encaje solo para después dirigirme al tocador e iniciar el maquillaje, cubrir los remanentes de los moretones y los nuevos, al igual que agregar color a mis mejillas y un delineado gráfico, justo a la mitad de todo el proceso coloque la secadora junto con la bolsa en mi cabeza observando un castaño muy claro, después de todo hacer esto siempre me tomaba tiempo, suspire y me volví y encaje el vestido corto de seda y tomé las botas altas de taco y plataforma, seguido de ello quite todo de mi cabeza y observe mi cabello, era rubio oscuro, algo oscuro, sin embargo me hacía lucir diferente, algo angelical, deje mi cabellera suelta y di una última mirada en el espejo antes de tomar la pequeña mochila de cuerina negra e introducir mis cartera y celular.

Volví a la habitación metiendo un par de cosas más a la pequeña mochila y acomode las almohadas para que simulada mi figura, lo último que necesitaba era alguien más preocupado, solo, quería salir, salir de la rutina y divertirme un poco, olvidar todo.

Tome una chaqueta de cuero negra, una de las que Natasha había dejado, me hacía sentir en compañía, junto con los pendientes que Steve me regaló cuando cumplí 21, eran perlas, lindas y clásicas, suspire y a pasos torpes salí por la ventana rumbo a la cochera, recordando justo cuando cumplí la mayoría de edad, mi movimiento era bueno, aunque limitado, aún no tenía la fuerza suficiente para realizar lo mismo que antes, pero sí para funcionar con cierta normalidad.