Iron Aid || FANFIC DE MARVEL||

35. Despues del otoño

Mi cabello caía sobre el rostro, los pequeños mechones qué escapaban de la atadura mezclandose con el sudor siendo opacado únicamente por mis propios jadeos ante el esfuerzo de subir y bajar con peso sobre las caderas.

—Descansa— ordenó Bucky quitando la pesa con la que me encontraba ejercitando con solo su brazo derecho.

—¿Quieres quebrarte un hueso?— interrogó Orisha desde su sitio.

—Podría quebrarselos yo— respondí dejándome caer sobre el suelo con cansancio.

—Te presionas demasiado— añadió Bucky lanzándome una toalla en la cabeza.

—Solo quiero volver a la normalidad— dije con cansancio limpiando el sudor de mi rostro

—Creo que nunca volveremos a la normalidad qué deseas Sofia— comentó con tranquilidad Orisha.

Ya casi era navidad y después de esa "recaída" o al menos así fue como le llamaron, comencé de cero, eran días buenos y malos, para los tres de cierta forma, tal vez algo de razón tenía Tony, por no decir toda en no querer dejarme con ellos, éramos tres inestables, cada uno a su forma, al menos con ellos, en la familia Peper era la centrada del grupo quien nos mantenía bajo control, aún con su molestia papá no dejó de visitarme, siempre que podía acompañado de Morgan.

James no volvió a aparecer cerca, no estaba precisamente vetado, pero cada vez que venía al lugar era para hablar con Sam y Bucky intentando rastrear a su hermano, yo no debía estar presente así que con anticipación se me avisó en todo momento para evitarlo o bien encerrarme en mi habitación, a veces el gimnasio del lugar, mantenerme ocupada había sido una excelente forma de tratar con el problema, Christina me había animado a buscar una forma de expresar mis emociones, siendo esta el tomar mi guitarra y dar pequeños conciertos privados a mi misma, al menos eso servía para canalizar mi tristeza, mi enojo recae en el ejercicio justo como ahora.

Otro punto importante que resaltar es la recién ¿retomada? tal vez redescubierta relación con Orisha, antes Aiah, cuestiones que fueron desconcertantes y continuaban siéndolo, para ambas de diferente manera.

Días atrás...

Mi cuerpo dolía lo suficiente por el ejercicio como para no querer ponerme en pie, dando como resultado que Orisha llevara mi comida a la habitación, desde que James le llamó con su antiguo nombre mantuvo una distancia considerable, aún frecuentando.

—Entonces...— musite a la espera de una explicación referente a, a todo.

—Entonces...— repitió dejando la comida sobre la cama en la mesa.

Habíamos evitado el tema, y al ser ambas no lograba identificar si ella no lo asimilaba, yo no lo hacía o ninguna de las dos quería tocar el tema.

—¡Solo dime!— exclame

—¡Solo lo diré!— exclamó al mismo tiempo.

Ambas reímos, ella se sentó en la orilla de la cama y yo procedí a comer mientras el relato de Aiah ahora Orisha se llevaba a cabo, sonaba más bien a fantasía, sin embargo, considerando lo que hemos vivido, lo que he vivido desde dioses hasta titanes locos, alienígenas, hechiceros, esto sonaba similar, suficientemente loco, pero no tan descabellado.

Termine de comer, dando paso a una reflexión, siendo más bien filosófica, extraña y un tanto reveladora, al menos de forma interna, para la morena fue meramente silencio.

—¿Por qué Orisha?— pregunté dando un leve sorbo de agua.

—El significado— me respondió —Supongo que soy un poco como un Orisha