Iron Aid || FANFIC DE MARVEL||

13. End Game

Me dejaron, realmente me dejaron ahí esperando, sintiéndome inútil, aquello era común, sentirme inútil y que no ayudaba en lo absoluto, Aiah solo se quedó a mi lado mirando, un Holograma puede ser mejor amiga de lo que se esperaría.

1, 2, 3, 4

No quedaba más que esperar un minuto y reactivar la máquina, ellos se tomarían todo el tiempo del mundo ¿Qué estarían haciendo ahora?

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De seguro parte de ellos estaba en Nueva York, en la primera vez que fueron un equipo, cuando enfrentaron a Loki.

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Otros estarían en el espacio ¿Cómo será? Como se sentirá pisar otro planeta y observar estrellas a una distancia mucho menor.

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Ver las estrellas como una gran masa de energía resplandeciente y no como un simple punto en el firmamento.

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¿Como estará papá?

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¿Steve tendrá algún problema?

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¿Natasha ya abra golpeado a alguien?

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¿Scott y Bruce estarán bien?

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¿Nébula, Rocket y Rhodey?

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¿Lo lograrán?

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28, 29, 30

Apenas habían pasado 30 segundos y me mente trabajaba a mil por hora, tal vez el Doctor Strange pudo ver 14 millones de futuros posibles gracias a la gema del tiempo, pero estaba segura que mi capacidad de ver posibles futuros era superior, no necesitaba de la gema.

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—Creo que debes relajarte Sofía— comentó Aiah señalando a mí pierna izquierda.

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Se encontraba inquieta, de forma involuntaria la movía rápidamente, quien sabe, tal vez tengo supervelocidad no comprobada, mentira, no era ningún superponer, era una de las personas más normales que han pisado la base de eso estaba segura, solo estaba siendo víctima de mi ansiedad y de mis pensamientos dejándose llevar.

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—Lo siento— respondí tomando mi pierna y dando un par de golpecitos mientras que internamente le pedía que no me traicionara.

Respira

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Cuenta y respira

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Inhala

49, 50, 51, 52, 53

Exhala 

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Inhala y Exhala

58, 59...

El cronómetro de la máquina marcó que había pasado exactamente un minuto y nuevamente volvió a activarse, está vez sólo debía verificar que no hubiera ningún incidente y el recuperar a quienes perdimos estaba más cerca, en la punta de la mano.

La serie de espejos ubicados en el techo comenzó a moverse abriendo nuevamente el portal al reino cuántico, el agujero negro, la anomalía, como mejor les plazca, y lanzando de ellos uno a uno los miembros del equipo entre pequeños destellos de luces, apenas alcance a observar la escena pues mantenía la vista fija en los controles de la consola, no quería que nadie se perdiera o quedara atrapado.