Iron Aid || FANFIC DE MARVEL||

33. Vengadores Desunidos

—¿Te sucede muy seguido?— preguntó Peter desde la silla en la enfermería de la base.

—Es la primera vez— le respondo en la pequeña camilla

Peter se puso en pie y buscó dentro de los estantes una aspirina, la mayoría de los héroes soportan grandes golpes, tienen una condición física extraordinaria, pueden volar, caer sin paracaídas, ser casi invulnerables y luego estaba yo, junto con Clint y antes Natasha, quienes requerimos una aspirina o ibuprofeno después de una gran pelea y dormir por horas, había logrado librar todo con una gran cantidad de medicamentos y drogas junto con la nanotecnología exigiendo más de lo necesario a mi cuerpo, pero ahora, era tan frágil como una muñeca de porcelana.

—Debe ser por el sobreesfuerzo— señaló entregandome la medicina y exteniendo una botella de agua igualmente del estante —Ya te pondras más fuerte y pasara

—Peter, eras un niño que no tenía reflejos— indique —Recuerda esa epoca, me siento peor, no puedo ni caminar o hacer algo por mi misma

—Te vas a recuperar, es todo un proceso, no puedes salvar siempre el mundo Sofía

—¡Solo que si puedo! ¡Ayude a construir la estupida maquina del tiempo! Nadie me dejo ir a la misión, ¿para qué? Thanos término aquí golpeandonos a todos ¿De qué mierda sirve que me protejan tanto si voy a terminar siendo víctima de las acciones de otros?

—Cuando el tío Ben murió me sentía mal, horrible, no te voy a decir que atravesé por todo lo que tu, pero él creía que aunque fuéramos víctimas de las consecuencias debíamos hacer lo mejor y es lo que intentó, por eso me volví spiderman, y sé que tu te volviste una heroína no solo para tener feliz al señor Stark— explicó Peter, al principio su voz parecía cortada, pesada, pero conforme avanzó se volvió firme —Lo que intento decir es que no puedes cambiar lo que los demás hacen, pero puedes saber cómo enfrentar todo

Suspire, Peter tenía parte de razón, sin embargo, era difícil saber cual parte era mi yo sincera, cual la qué entrenaron Steve y Natasha, y una más, la que deseaba mantenerlos felices a todos, tal vez debería dejar de querer que los demás fueran felices y comenzar a pensar en que yo debía ser feliz.

—Vamos— indique bajando de la camilla de un pequeño salto, tambale, aún así mantuve la compostura para poder dirigirme a la silla de ruedas —Entre más pronto termine esto, podre dormir

—Con el señor Barnes— musitó Peter tomando la silla y empujándola.

—¿Por qué a mi no me dices señorita Stark?— pregunté con cierto dolor fingido llevando la mano hacia mi pecho ignorando por completo la verdad tras su comentario.

—Porque técnicamente hablando tenemos la misma edad— me respondió a la par en que continuaba llevándome por los pasillos.

—También podrías llamarme Doctora Stark— indique recordando mi especialidad en nanotecnología.

—No lo haré, seria raro

Continuamos el resto del camino en un intento de Peter por hacerme reír, donde en más de una ocasión funcionó, al menos hasta que quedamos a un par de pasos de la puerta.

—Detente— pedí

Peter detuvo la silla y comencé a ponerme en pie, aún no quería que me vieran siendo tan frágil, ya estaba la mayoría dentro, así que me acerqué hasta quedar junto a Bruce.

—¿Sucede algo?— pregunto Bruce observando

No éramos precisamente cercanos, ambos somos científicos, tuvimos un par de charlas, pero lo que necesitaba o más bien lo que quería requería de Bruce, después de todo convertirse en Hulk lo llevó a trabajar muy bien la parte biológica.