Un pésimo plan.

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La cama de hospital es cómoda, la via en el brazo de Misaki es un poco molesta, siempre a sido muy débil a las agujas, no es que les tema o que sufra de alguna fobia, es solo que las venas de sus brazos parecen colapsadas, y son difíciles de encontrar. Él es el paciente pesadilla de una enfermera y su aguja.

La puerta de la habitación se abre cuidadosamente. Una cabeza se asoma.

Misako se alegra por la visita, no se lo esperaba, hace mucho que no le ve. El alfa se ve más maduro, las facciones suaves se han ido alejando dando paso a la adultez, los pantalones cubren un par de piernas duras y ejercitadas, la camisa "esconde" la musculatura de un hombre más pesado, Misaki se pregunta con gracia ¿dónde está el delgado jovencito con el que alguna vez compartió un anillo dulce bajo un árbol?. Es sorprendente, como el tiempo colabora con algunos.

-Misa chan-

-Nowaki san, ¿cómo supo que estaba aquí?, ¿cuando llegó desde Boston?-

-Llegué hace dos días y estoy haciendo un internado justo en éste hospital, es por eso que me enteré casualmente que estabas aquí.

Misa chan, te ves muy bien-Nowaki se aproxima hasta la camilla, deja el pequeño arreglo floral sobre la mesita, algunas hojas se dispersan en el suelo y Nowaki se apresura en recogerlo.

Misaki sonríe cubriendo sus labios.. Nowaki seguía siendo el mismo chico sencillo que conoció en su niñez.

-Nowaki san gracias por venir, debes estar tan ocupado ahora, de seguro seguirá siendo difícil verte otra vez-

-Misa chan, ¿Es verdad?, ¿Que tú estás en cinta?-Nowaki no espera para ser directo, se sienta cerca de la camilla, sostiene la mano derecha de Misaki, sus ojos son incómodos, no hay manera en que Misaki pueda responder tranquilamente con esos ojos encima.

-Lo es, es verdad-

-Misa chan.. ¿Por qué?-la voz de Nowaki sonaba quebradiza.

-Nowaki san.. No.. No me juzgues tú también, por favor.. No tengo el apoyo de nadie.. Por favor no necesito escuchar más de lo mismo-

-Eso es porque hay una gran razón, Misa chan, tu vida podría correr un serio peligro..-

-¿Cual vida?, ¿Cuanto me quedaba de todas maneras?-los ojos de Misaki se apagan de una vez.

-No hables así por favor, un transplante podría darte muchos años más, he visto las posibilidades, no puedes rendirte así-

-N..No me he rendido, solo tengo que esperar a que mi bebé nazca y..-

-¡Misa chan!, el embarazo podría matarte, reacciona por favor, aún estás a tiempo de interrumpirlo.. ¡Misa chan!-

Nowaki tarda en reaccionar, acaba de recibir las rosas sobre su cabeza y hombros, su pequeño Misa chan jamás le había agredido, en ninguna forma.

-Va..Váyase Nowaki san.. ¡Váyase!, ¡Eres igual que todos!-

-Misa chan no me iré, no me iré-repitió cómo si decirlo una vez no fuese suficiente.

Nowaki sacudió un poco las flores en su cabeza, se sienta en la camilla "aprovechando" que Misaki está distraído cubriéndose el rostro y llorando.

Los brazos fuertes envuelven al más frágil y Nowaki puede sentir cada vibración en Misaki, cada hipido, cada sollozo quebrado.

-¿Q..Que haces Nowaki san?-Misaki sigue cubriendo sus ojos, sus palmas ya están húmedas, y su nariz es un asco, se siente incómodo y avergonzado, sabe que si quita sus manos, el resultado será desastroso, sobre todo porque Nowaki está demasiado cerca.

Fragilidad. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora