Raro.

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La cama que tiene ahora no se acerca ni por chiste a lo que usualmente poseía desde que tiene uso de razón. Es una cama cualquiera, de esas que sólo duran unos años antes de que los resortes hagan lo suyo para apuñalarle por la espalda.

Hay una base bajo el colchón, la base no es el problema, el colchón si lo es, es increíble que rechine tanto cómo si por dentro tuviera un sistema de delgadas tablas de madera.

Su esposo bajo su cuerpo palmea su hombro sudoroso, lo regaña mientras él cumple con ser un sinvergüenza.

Detesta que el colchón rechine mientras duerme y hace un movimiento.. Pero que esa baratija resuene tanto mientras él y Kai comparten intimidad.. Eso lo llena de morbo.

-Ugh.. Iason.. Ya.. Por favor..-

-Un poco.. Kai.. Un poco más..-

-Es.. Muy fuerte.. Hikari despertará..-

-No lo hará.. Concéntrate en mi.. En tu esposo-

-Uhm.. Por favor..-

No es que a Kai no le guste la "semillita" de su marido, pero ya lo a hecho tener dos orgasmos muy satisfactorios, un tercero puede ser incómodo, después de su accidente y de dar a luz, su resistencia física se a visto totalmente afectada, eso incluye las actividades sexuales. Él ya no es un omega común, un omega normalmente suele soportar una penetración constante de hasta "10 horas" según la ciencia, son multiorgásmicos, ni hablar de cuando están en celo, sin embargo él, tiene casi la misma capacidad de un beta masculino. No lubrica y debe usar auxiliares, su agujero se irrita y se sensibiliza al segundo orgasmo.

Iason lo sabe, usualmente es muy comprensivo, jamás lo presiona más de la cuenta, no es adicto al sexo, no lo hacen más de una vez por semana, sin embargo ese día está inusualmente caliente. Algo que no es tan característico de él.. Un delta.

-Kai.. Oh Kai-

-Iason..- La voz sale agonizante, las lágrimas escurren y un pene que bombea semen irrita aún más su orificio.

Después del placer y la agitación, fluye la calma, una relajante sensación de hundimiento, de irse hacía abajo por el "buen cansancio".

Iason se hace a un lado, intenta recuperar el aliento, Kai se queda quieto en su lugar, suspira adolorido pero agradecido de que su marido haya desfogado sus necesidades sexuales.

-¿Qué pasó hoy?- Kai pregunta a duras penas.

-Quería tener sexo ¿Cual es el problema en eso?-

-Mm.. Me refiero a porqué tantas veces-

-Si no quieres acceder a tener relaciones sexuales conmigo, basta que lo digas una vez-

Kai ya no quiere seguir con esa conversación, Iason es muy raro ese día, llegó tarde a casa y le pareció oler algo sobre su ropa, aunque ya perdió su capacidad de olfatear feromonas, siente que en la camisa de su marido había algo ajeno.

-Iré a ver a Hikari-

-Ella está bien, quédate en la cama-

-Quiero ver a mi bebé- Kai está cada vez más angustiado, la personalidad de Iason es difícil pero ese día es más de la cuenta.

-Dije que te quedes sobre la cama-

-Iason.. ¿Qué pasa?-

-Kai, estás siendo muy desobediente hoy, hay un límite para soportar tus rabietas, la niña duerme y quieres ir para seguramente despertarla y satisfacer tus angustias innecesarias-

-Quiero ver a mi bebé.. Y voy a ver a mi bebé-

-Quédate en la cama-

-No sé que te ocurre pero estás siendo grosero y prepotente ¿Es porque no quieren darte el ascenso en el trabajo? Iason san, debes tener paciencia y no desquitar ese asunto aquí en casa, puedo escucharte y apoyarte pero no me hagas ésto- Kai cree que dijo todo mal, porque Iason tiene peor cara que nunca y él por instinto se para de la cama pese al ardor y las molestias.

-El ascenso.. El dinero y ser alguien más, escalar.. ¿Eso es lo único que te importa?-

-No ¿Cuando di a entender eso?, si lo hice alguna vez.. Antes del accidente, entonces lo lamento mucho, no lo recuerdo, pero ahora mismo no es así- Kai se acerca a su esposo que sigue parado al costado de la cama, el pecho del hombre es tan blanco y la piel tan inmaculada, la belleza de Iason es impresionante, pero a Kai le importan mucho más otras cosas, las que perduran en el tiempo y con las que va a convivir hasta que muera, por eso toma esas manos grandes, por eso insiste en arreglar las cosas, porque lo que está frente a él vale un millon de esfuerzos- Iason san, ¿Soy una mala persona?-

Iason obviamente sabe que esa pregunta está bien hecha, porque él a hecho bastante ya para que Kai lo piense.

-No eres bueno, ni malo, eres..-

-¿Qué?-

-Eres tú, ser bueno, ser malo, es solo un pensamiento, muchas veces una excusa-

-¿Qué te pasa Iason san?- Kai ya no sabe qué hacer, ese no parece su marido- ¿Qué haces?- Se preocupa cuando la ropa regresa al cuerpo del hombre, Iason se está poniendo una bata, en silencio y con movimientos definidos y duros se mete al baño cerrando la puerta tras él. No es que pase mucho tiempo para que el sonido de la ducha se oiga y Kai haciendo un mohín agotado prefiere ir a ver a su bebé.

En la cuna la pequeña duerme con inocencia, su boquita se asemeja a la de un pato y es muy gracioso, acaricia sus cabellos de color plata, olorosa el perfume a leche y a bebé, Kai piensa que su hija es extraordinariamente hermosa, pero luego piensa que todo padre debe tener ese mismo tipo de pensamiento por sus hijos así que no sabe que tan objetivo sea.

A veces.. Solo a veces también tiene curiosidad en el donador de esperma que permitió que él se embarazara, obviamente la criatura tiene los razgos de ese alfa incógnito, cabellos plata y ojos lila, además de un tono de piel tan lechoso. Sea quién sea está agradecido con esa persona que les permitió a él y a su esposo tener un hijo. Le hubiese gustado concebir con Iason, pero eso es imposible, lo lamenta mucho pero no se deja vencer por un vaso medio vacío, ellos han pasado por mucho, él mismo estuvo al borde de la muerte, pero han salido adelante pese a todo.

Kai ve el calendario a un costado del mudador de su bebé, quedaba muy poco para que al fin pudiera irse de ese lugar con su esposo, por ahora debe permanecer encerrado, debe ser obediente o podría ponerse en peligro nuevamente.





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