Le gustaba ver el tono verde y miel de sus ojos. Ahora los tenía cerrados, pero sabía que pronto los abriría, lo sabía al verle arrugar el tabique de su pequeña nariz. Su aroma y su omega estaban siendo inhibidos aún, según los médicos, era lo mejor mientras la droga gamma abandonaba por completo su organismo.
Ese día.. La lluvia, y una fuerte tormenta eléctrica, acompañaban a Misaki en su primer día cómo omega. Era un día de prueba, y no debía detener sus orígenes.
-Misaki, buenos días, ¿todo en orden?-
-Buenos días usagi san.. Si, todo en órden.
Solo dejé de tomar el inhibidor desde anoche, no siento nada distinto, solo algo de calor en las caderas-Misaki rió- Es tan extraño, ¿habías escuchado algo así antes usagi san?, ¿Calor en las caderas?-
-Jamás, ¿puedo acercarme?-
-S..Si..-
La salida del hospital había sido caótica entre la prensa amarillista, la policía, y algunos curiosos. Todos querían saber sobre el turbulento caso Tsumori.
Misaki flotaba en una bamboleo de ilusiones, incertidumbre, miedos y dudas sobre su inexacto futuro.. Sobre su ex esposo y vigente alfa. Solo se dejaba llevar. Al principio.. Entre juguetes, aroma a gomitas azucaradas y sudor de juegos, Misaki pensaba durante su niñez, que no pasaría de los 10 años. Lo aceptó en su etapa infantil, pensaba que se volvería una estrella y que apoyaría a las demás para adornar el cielo. Llegado los 10, y aún viéndose rozagante dentro de su fragilidad, Misaki pensó que llegaría a los 15 años, que era un chico con suerte, seguía vivo, y todavía no era tiempo de adornar el cielo junto a su familia.
A los 15.. Se enamoró sin saber del amor. Se casó bajo un árbol, se comió su dulce anillo, y besó al chico de sus sueños, un contacto que en un comienzo fue un choque entre sus dientes, y que luego de mucho reir, se transformó en un tierno roce, lleno de mariposas coloreadas en su abdomen. Tiempo después, su gamma terminó de manifestarse, perdiendo toda esperanza, cuando su "dulce esposo" manifestó su alfa.
No hubo un tierno beso bajo un árbol, ni un adiós.. Él simplemente desapareció, las mariposas ya no eran de colores. Solo eran polillas secas y tristes ya cansadas de fingir un color.
Su tristeza se lo estaba llevando, le aconsejaron tomar terapias.. Desde ahí, su mente adoctrinó el "Vivir cada día cómo si fuese el último", tomar lo que pudiera, no despertar por la mañana y enloquecer pensando en el futuro, pues perdía tiempo para vivir su presente.
Tenía 19 años cuando le conoció.
Usami Akihiko, escritor, ganador de grandes premios, un alfa con una gran seguidilla de admiradores, tanto por su talento, cómo por su atractivo aspecto.
No sabe cómo pero pasó, se convirtió en su asistente, y por primera vez.. Conoció el verdadero enojo.
Era mal humorado, tenía muchas manías, un excéntrico grosero y fumador, mal encarado por las mañanas y con una eterna colección de osos, a los que semanalmente debía cambiarles el lazo. Cuando conoció su hogar, le pareció que tenía la misma personalidad que su propietario.. Un lujoso, y perfecto apartamento a roce de vista, pero con gran cantidad de habitaciones estrambóticas en su interior. La habitación que evitaba siquiera mirar, era una especie de biblioteca de libros eróticos.
La relación con el escritor fue pésima en un inicio, de ambas partes había nula simpatía. Dos años trabajó incansablemente para él, tantas veces perdió el hilo de sus pensamientos, por estar preocupado de ese hombre/niño.
Se olvidó incluso de su propia fragilidad.
Terminó conociendo tanto a ese hombre, su soledad, sus miedos infantiles, su pasado vacío y la consecuencia de soltar la mano de un niño tantas veces.. Le dejaron solo, se crío con padres totalmente ausentes de afecto y compañía. Usami Akihiko solo era un triste y brillante resultado del descuido paternal.
Su vida privada, en realidad se apegaba a su trabajo, al cigarrillo y al café cargado.
De esos dos años, solo le vio una sola vez en algo íntimo. La casa ese día era un desastre, el aroma a alcohol, la ropa desperdigada desde el inicio de la puerta, cómo si el par de amantes no soportarán tanta pasión. Eran las siete de la mañana en punto, y Usami Akihiko seguía teniendo sexo con su amante nocturno en la habitación principal.
Su corazón se quebró ese día.
Siempre fue prudente, cuidadoso y en extremo respetuoso, por lo mismo, no supo cómo explicarle al escritor, lo que hacía en la sala, sentado en el sofá, llorando y escuchando el candente acto hasta que sus oídos cesaron de escuchar. Recuerda haberse disculpado reiteradamente, recuerda haber intentado irse, trastabillar y ser ayudado por el joven amante del escritor quién le veía con culpa. Era alguien de la editorial. Recuerda la vergüenza que sintió cuando el muchacho le pidió perdón con un "Lo siento, no sabía que ustedes.."
No pudo más, sus acciones procesaron antes que su corazón y quedó en evidencia.
Solo recuerda el rostro confundido del alfa, una vez que salió del apartamento y cerró la puerta tras su espalda. Luego de eso renunció.
Pasaron un par de meses, la tristeza volvió para devorarle, no supo más del escritor. No hasta que en un día de lluvia, y en la puerta de su departamento, estaba ahí frente a él. Empapado, cansado y con la misma confusión en el rostro que hace tiempo atrás.
"Vuelve.. Vuelve.."
No hubo un saludo, solo un "Vuelve por favor".
El alfa le había abrazado cómo jamás hizo, le apretujaba hasta el punto del dolor en sus brazos y columna. Le besó.. Y ambos terminaron vomitando a los segundos después. Era de esperar, era de conocimiento general, un gamma y un alfa era algo inconcebible, sobre todo porque él no podía controlar sus feromonas gamma cuando el aroma de un alfa entraba por la punta de su pequeña nariz.
No sabe entonces cómo es que llegaron a tener una "relación" de novios, tampoco se entiende cuando en un arranque de locura, sonrisas nerviosas y un sonrojo, dio el sí para casarse con él a escondidas. Solo sabe que lo amaba tanto.
Fue su gamma aunque éste renegara dentro de su cuerpo.. Y ahora era su omega.
-Misaki-
-U..Usagi san..-
-Es tu aroma.. Tu aroma Misaki..-
Desconcertante.. Las mariposas volvían a colorearse.
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Fragilidad.
FanfictionPorque nada es lo que parece. Usami Akihiko, Takahashi Misaki.. Un amor contra todo pronóstico. Un amor doloroso.. Sufrido, abnegado, dulce y que pasa a hiel en segundos. Los personajes no son de mi autoría, pertenecen a la serie de manga Junjou rom...