Botón de cerezo.

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Nowaki no tiene ánimos de enfrentarse con esa persona, pero quiere saber lo que ocurre con Usami Akihiko. Pensó que el alfa había entendido su lección, pero la presencia de Sudou en su hogar lo dejaba con una gran duda.

-Buenas noches Kusama san, tu visita nos cae cómo anillo al dedo, Akihiko no está bien, vine aquí sin saber que estaría en ese estado, no sé cómo me abrió la puerta, pensó que era Misaki, cuando vio que no era así se desmayo encima de mi.. Mira, creo que me golpeé en la cabeza-Sudou se agachó levemente señalando un sector algo rojizo en sus cabellos.

Nowaki deja de lado sus prejuicios, y con un pesado suspiro se acerca a Sudou para revisar su cabeza. Efectivamente el omega se golpeó, tiene una herida abierta en el cuero cabelludo.

-Sudou san, debe ir al hospital, no tengo todo lo necesario para realizarle una curación, necesitará un par de puntos, además con un golpe así, sería bueno que le mantengan en observación, ¿A tenido dolor de cabeza?-

-No-Sudou ve a Nowaki con picardía.

-¿Vómitos, mareos o vértigos?-Nowaki usó una pequeña linterna para ver los ojos del omega. El color de sus ojos era sorprendente, muy especial, cómo una paleta de tonos pasteles.

-No, no y no-

-Posiblemente no sea algo de preocupación, pero insisto en que debe ir al hospital de inmediato-

-Ir a un hospital, ¿Podré manejar por mi cuenta?, ¿Podrías llevarme?-

Nowaki se siente atrapado, si dice que no sería un poco bajo de su parte.

-Deme un momento, Sudou san tome asiento, voy a revisar a Usami san, si es necesario pediré una ambulancia y ahí podrían ir los dos al hospital sin problemas-

-Preferiría ir contigo Kusama san-

Nowaki prefiere no discutir, esa persona parece acostumbrada a jugar con la mente de los demás, mientras más palabras intercambien, más atrapado estará en algo que no quiere.

Akihiko está en el suelo, casi llegando a la sala, seguramente Sudou le había arrastrado desde la puerta. El escritor se ve mal, en un pésimo estado, le impresiona lo mucho que a bajado de peso, el hueso cigomático destaca en ese rostro pálido y de mal aspecto.

-Usami san, ¿puede oírme?, ¿Usami san?-Nowaki entendió que el hombre estaba inconsciente, necesitaría una ambulancia.

Con cuidado le sujetó ambos brazos por detrás de su espalda, lo levantó y lo recostó sobre el sofá, tomó sus signos vitales y la presión arterial estaba peligrosamente baja, además tenía una fiebre de cuidado.

Mientras llama una ambulancia va hacía la cocina, llena una olla con agua templada y luego saca del baño algunas toallas de mano.
Tenía que tomar medidas físicas, la fiebre era muy alta.

Nowaki tiene la mente ya adolorida por no saber de Misaki, revisa el cuello de Akihiko bajo los cabellos ya largos, suspira con una pizca de alivio cuando ve la impresión del enlace, Misaki sigue con vida. ¿Pero dónde?.

-Kusama san.. No me siento muy bien, creo que estoy mareado-

-Por favor no se ponga en pie Sudou san, iré con usted, solo deme un momento-

-Que lindo.. Kusama, si te hubiese conocido antes, te pediría una cita-

-No se esfuerce en hablar-

Sudou se reiría si no fuese porque de verdad se siente mal, ese chico apuesto, era el alfa más esquivo que a conocido en su vida. Es tan sencillo y parece humilde también, son dos cualidades poco vistas en un alfa, al menos en uno con ese aspecto. Se pregunta cómo será su aroma, siendo tan cuidadoso no le extraña que Nowaki tome inhibidores para ocultarlo, eso enciende más su interés.

Fragilidad. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora