Sentado al borde de la cama Nowaki sujeta su cabeza con desolación. Tras su espalda, Hiroki duerme sobre las sábanas, su rostro está rojo y sus ojos hinchados.
Nowaki está tan enojado y no podía hacer nada con su enojo. No sabe si llamarle accidente o error a lo que ocurrió. Error o no, las consecuencias están ahí, a sus espaldas.
No puede creer que hace nada era un alfa lleno de ilusiones, el amor tocaba su vida, uno sincero, tan real, cómo debiesen ser todos los amores.
Ahora no tiene cara para hablar con Misaki, no le a devuelto sus mensajes ni llamadas, si le contesta, ¿Que le podría decir?. No puede mentirle a la persona que ama, pero tampoco puede decirle la verdad, no quiere ver el momento en que Misaki deje de verle cómo lo hace. Ahora solo puede mirar sobre la mesita de noche, el frasco de vidrio con sus más preciados y puros recuerdos. A un lado, un nuevo anillo, uno con el que tenía la ilusión de pedirle un noviazgo a Misaki, no lo a movido de su lugar, ahí está sin esperanzas de ser usado.
Todo por su culpa.
Todo en un día lluvioso.. Él regresaba de su trabajo dispuesto a tomar una siesta, al día siguiente quería estar lleno de energías para sacar a Misaki a la mejor cita de su vida.
Sus intenciones no importaron porque Hiroki le esperaba de pie fuera de su puerta, tenía tantas cosas por decir, cómo que su matrimonio era un fracaso, y que ya no podía más con la vida que llevaba.
Fue ingenuo cuando le abrió la puerta de su casa para dejarle entrar. Quería escucharle cómo un amigo, cómo un apoyo, pero no contó con que su propio cuerpo le sabotearía cómo lo hizo.
El alfa se encendió en un celo del que no pudo escapar, Hiroki tampoco escapó, no le escuchó cuando le pidió y le suplicó que por favor se fuera. El omega no lo hizo, en cambio se quedó, puso seguro a la puerta, lo bañó con feromonas omega, esas que siempre ocultaba, y él, cómo un animal se perdió en instintos muy bajos.
Se había enojado tanto cuando el calor se fue, se enojó consigo mismo y también con el omega, porque Hiroki sabía de sus sentimientos por Misaki, no le importó y lo sometió con feromonas, nunca pensó que el profesor Kamijou fuera capaz de algo así, pero lo hizo y en lugar de pedir disculpas Hiroki prefirió ofenderse, golpearle y culparlo de todo.
Después de semejante decepción, Nowaki decidió sacar al omega no solo de su casa, también de su vida, no contestó más a sus llamadas y tampoco tomó en cuenta sus acercamientos. Nowaki no quería verlo nuevamente, y estaba totalmente decidido.
Sin embargo, la vida no es tan amable y lo sabe. Hiroki lo contactó al hospital para pedir ayuda, Miyagi había descubierto su desliz y le había pedido el divorcio, el profesor Miyagi Yó no esperó a que Hiroki saliera de casa, no le permitió sacar sus pertenencias, Miyagi superó la infidelidad. El mismo día en que decidió divorciarse, ya tenía a su nuevo amante, Takatsuki Shinobu, viviendo con él en la casa matrimonial.
Nowaki se había negado en auxiliar Hiroki mientras todo su ser ardía por ayudar al omega, no quería acercarse a él aunque estuviera pasando por un mal momento. Sin embargo Hiroki tenía una bomba extra para arrojar sobre él y terminar de pisotearlo.
Estaba embarazado.
Por eso fue obediente, por eso lo ayudó a salir de la casa de Miyagi, por eso lo abrazó cuando le dijo que quería irse lejos y olvidarse de todo. Por eso aceptó llevarle a vivir con él cuando le dijo que abortaría porque estaba solo.
Nowaki se quitó la ropa, era la misma que venía usando desde el día anterior, se sentía repugnante así que se dio el ánimo para darse un baño.
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Fragilidad.
FanfictionPorque nada es lo que parece. Usami Akihiko, Takahashi Misaki.. Un amor contra todo pronóstico. Un amor doloroso.. Sufrido, abnegado, dulce y que pasa a hiel en segundos. Los personajes no son de mi autoría, pertenecen a la serie de manga Junjou rom...