Fragilidad.

Se apagará.

-Es un gusto verte tan bien, Tsumori san a hecho un buen trabajo-

-Si.. Gracias Nowaki san-

-Misaki..-

-Quisiera ser claro sin llegar a ser grosero, Nowaki san, sé lo que dirá, pero me lo han repetido sin cesar, no necesito más de eso, por favor, sé lo que hago-

-No, no lo sabes Misaki, asumo que Tsumori san ya te lo advirtió, estar con una alfa cómo Usami san.. no es prudente para nada, tu expectativa de vida se acortará.

Por el anillo en tu dedo, me doy cuenta que te casaste con él a escondidas y rayando en lo ilegal-Nowaki era muy serio en su tono.

-Nowaki san, agradezco su preocupación, pero como le dije, sé lo que hago, debo irme, tengo que trabajar-

-Misa chan.. Por favor no te vayas..-Misaki se crispó por el recuerdo del apodo cariñoso-Ahora entiendo porque Tsumori san me dijo que sería difícil encontrarme contigo nuevamente.

No quieres que nadie te juzgue, pero me preoc..-

-Usted se fue Nowaki san-Los hombros de Misaki temblaron-Se fue a otro país, me dejó atrás y dejó de comunicarse conmigo.

Haga de cuenta que sigo atrás, disfrute su vida, que yo disfrutaré la mía como pueda-Misaki se adelantó pero Nowaki tomó su brazo sin ocupar la fuerza.

-Lo sé, fui egoísta, traté de comunicarme, pero cambiaste de dirección y Tsumori san..

Misaki, de verdad me preocupo por ti, eres un gamma, uno muy especial.

Tus feromonas envenenan a un alfa, un alfa envenena a un gamma.

Usami san puede matarte sin querer, no sólo con sus feromonas, si no que en un arranque instintivo, es un dominante clase A, necesita un omega.. Por dónde lo veas, saldrás lastimado, no hay un camino que puedas seguir con él-

-Usagi san no haría eso.. Tsumori san nos está tratando a ambos, su ciclo de celo es tres veces al año y no cada dos meses como ocurría al principio.. Cuando el calor arremete, nos distanciamos para evitar ponerme en peligro.

Tenemos todo controlado, todo está bien, ahora.. En verdad debo irme-

-¿Cómo dices?, Misa chan.. Eso de acortar los ciclos no es posible y..-Misaki vio su brazo aún envuelto en su mano, lo agitó un poco para soltarse-Está bien, no insistiré, déjame pagar la cuenta, te dejaré en tu trabajo, vine en el automóvil de Hiro san-

-No es necesario Nowaki san, de seguro usted tiene asuntos que atender, tomaré el metro, llegaré sin problemas si me voy ahora mismo-

-Misa chan, espera.. Por favor, si hay alguna cosa que pueda hacer por ti, no dudes en llamarme-

-Gracias-

Nowaki vio a Misaki alejarse y perderse entre el tumulto de personas.

Ya no parecía el joven que conoció hace años, el chico del que se enamoró en la dulce y agónica adolescencia.

Al desarrollarse como alfa.. Dejó de lado sus sentimientos por su bienestar, se alejó, y aunque sabe que cometió un error, ahora quiere ayudarle, apoyarle cómo no hizo antes.

Tomando su teléfono, buscó en su lista de contactos a alguien en especial.

La conversación con Misaki.. La sequedad de sus labios, la opacidad enfermiza y triste de sus ojos, el temblor de sus dedos.. Su situación con Usami Akihiko, todo le daba un espantoso y descarnado pesar.

Copiosas incógnitas abrumaban su mente. Iba a darle forma a cada interrogante, una a una conseguiría respuestas a lo que ocurría.

Ésta vez, no huiría.

Por primera vez, Misaki no había llegado a su trabajo.

Solo por ese día, sintió que era necesario dejar de reprimir su urgencia por aparentar que todo iba bien.

Sus frías manos se aferraban al borde metálico del oscurecido mirador.

Tokio vociferaba causando un eco que le ponía nervioso.

Era mucho ruido, autos.. Bocinas, conversaciones banales y rutinarias, quién sabe, daba igual para él.

Pronto todo se apagaría.

De su pequeño bolso de trabajo.. Aquel que irónicamente cuidaba con recelo por haber sido un regalo de su esposo.. Sacó un gran sobre de color blanco, fotografías y algunos documentos preparados con cuidado.

Solo una mirada.. Solo una para darse el coraje de hacer todo lo que debía.

-Lo siento tanto usagi san.. N..No habrá nadie.. Que te ame tanto como yo lo he hecho.. Cómo lo haré hasta que me reúna con mi familia en dónde sea que estén..

Mamá.. Papá.. Hermano.. Denme fuerzas, solo un poco más.. Se los suplico-

Apretando los dientes, grito, lloró y pataleó contra el suelo.

Debía irse pronto a casa, tenía que encontrar la calma.

Debía dar tiempo a sus ojos hinchados y rojos, a las petequias de esfuerzo sobre sus mejillas y frente.

Prepararía el plato favorito de su esposo.. Le sonreiría, le regañaría..

Todo estaría bien.