A punta de esfuerzo.

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Usagi san está muy estresado últimamente.

Evitó traerle más peso sobre los hombros, pero verle fumar tan compulsivamente me preocupa.

Sigo siendo torpe.. No he podido batallar con una de sus tantas adicciones.

-Usagi san, no puedes fumar y comer al mismo tiempo, deberías mostrar interés en tu salud-

-Te preocupas por mi-

-Baka.. solo decía, eres un adulto pero a veces te comportas como un niño-

-Misaki, ¿Cuando vas a dejar tu ambigüedad al tratarme?, soy tu esposo, pensé que habíamos superado esa etapa-

-No se de que estás hablando ahora usagi san.. Estás más extraño que de costumbre, ¿ocurrió algo malo en tu viaje?.. Siempre haces algo imprudente cuando estás solo por un par de días-Misaki sonríe.

-Ya no soy el de antes, puedo sobrevivir sin ti.. Al menos por una semana-

-Solo porque tienes dinero, aún no sabes cocinar, ni usar los electrodomésticos, eres peligroso en la cocina, por suerte existen los restaurantes-

-Estás de buen humor-

-Oh.. No te lo había querido decir por teléfono, usagi san, ¡En Marukawa se abrió una vacante para editor en jefe!, Aikawa san me lo dijo hace un par de días, mañana tengo una entrevista y me hace mucha ilusión..

Estoy feliz.. Pero también muy nervioso, tengo algo de miedo.. Sabes que es mi sueño-

-No estés nervioso, haz trabajado duro y he sido testigo de ello, no pienses en cosas innecesarias, lo harás bien, obtendrás lo que quieres a punta de esfuerzo.. Cómo siempre lo haces-

-Yo.. Uhm.. Gracias usagi san.. ¡Ah!.. Se me hace tarde, debo ir a la consulta, necesito renovar mi receta-

-Misaki-

-¿Mm?-

-No te he preguntado sobre ese asunto, ¿Cómo llevas la medicación actual?, ¿Te haz sentido mejor?-

-Claro que si, bueno.. Solo llevo 2 semanas con esas pastillas, al menos no pierdo todas mis energías en tratar de ocultar mi aroma, eso está bien, con eso me basta, no debes preocuparte-

-Es inevitable preocuparme, sabes que no podría vivir si te pasara algo-

-¿Eh?.. Ugh, no digas esas cosas usagi san, creo que el viaje te sentó mal, iré a la consulta, no quiero llegar tarde-

-Misaki, espera.. -

-Lo que sea tendrá que ser al volver, ¡Nos vemos en la noche usagi san!.. ¡Intenta escribir para tener el manuscrito a tiempo!, ¡Aikawa san te regañará si no lo haces!-

Misaki había salido cómo si la tenue brisa le llevará en el aire.

Aún después de haberle visto escapar, se quedó mirando la puerta por tiempo indefinido, deseando que volviera, disculpándose de su adorable y sencilla torpeza por olvidar algo.

Así, él podría ser espectador de su rostro por un poco más.

Nunca perdería su anhelo por él.

Pesé a todo, Misaki siempre será la constante con la que puede sobrevivir, será su aire, su alimento diario.

Miró su anillo, lo repasó con su dedo pulgar, era una costumbre.

Cuando se dio cuenta, dejó de hacerlo.

Su mente aún era su enemiga de recuerdos indeseables, faltas de valor.. Imágenes vívidas y nauseabundas de su afán clandestino y miserable.

Solo había pasado un día.. Los rastros ilícitos aún hacían mella en su cuerpo.

Pero sobre todo en su consciencia.

-Misaki.. Te amo.. Perdóname-

Llorar no servía de nada, pero a veces, era inevitable.

Sobre todo para un cobarde.

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