Detrás de mi.

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Nowaki tuvo exactamente tres días de permiso para una luna de miel. En el trabajo le darían unas merecidas vacaciones, pero eso tendría que esperar en lo que a Hiroki le dieran las suyas a finales de año.

Es tarde y está muy cansado, Hiroki estuvo más sensible de lo normal, la visita de Misaki le había puesto los pelos de punta en la boda y fue difícil hacerlo a un lado.

En cuanto llegan a casa encienden sus teléfonos, Hiroki le advierte que se irá temprano a la cama, él por su parte prefiere salir a caminar por un momento. Se cubre con una chaqueta delgada, toma sus llaves, su teléfono y sale, cómo es de noche, no hay nadie afuera, solo uno que otro automóvil, o uno que otro gato buscando comida en los botes de basura colapsados.

Nowaki camina dos cuadras hasta dar con una plaza, se sienta en las bancas medianamente estables y saca un cigarrillo.. Una nueva y mala costumbre que había tomado, sabe lo dañino que es pero lo relaja un poco. Mientras ve al cielo oscuro exhalando el humo que empaña su vista, Nowaki recibe una llamada, ve el teléfono y frunce el ceño por el número desconocido. Siempre que sale a tomar aire por las noches evitar contestar cualquier llamado que no sea de Hiroki, pero ahora tiene una impresión, cree que debe contestar no importa qué.

-Kusama Nowaki-

-Con él, disculpe pero, ¿Quién habla?-

-¿No has leído la carta?-

-¿Qué?- Nowaki se erizó, los vellos de sus brazos se elevan causando escalofríos nada agradables.

-Ya.. No diga más Kusama, olvide éste llamado-

-¡Espere!, ¿A qué carta se refiere?, ¿Habla de Misaki?-

-Buenas noches-

-¡Espere!-

La llamada se corta y a Nowaki le inunda una seria desesperación, apaga el cigarrillo y regresa el llamado, sin embargo la operadora le advierte que es un número inexistente, llama una y otra vez y el resultado es el mismo.

El siguiente número al que llama es el de Misaki, ya no lo tiene en su lista de contactos pero se lo sabe de memoria. Con angustia escucha al otro lado de la línea, que el número al que llamaba estaba fuera de servicio. Nowaki no piensa en que puede estar sobre actuando solo por una llamada que en el fondo no dejó nada claro, busca entre sus contactos el número de Usami Akihiko, lo guardó cuando Misaki había desaparecido y ambos cooperaban para encontrarle, esperaba que no hubiese cambiado el número, y aparentemente no es así cuando el hombre le contesta de inmediato. Tan o más alterado que él.

-¡Kusama!, ¡Dime que sabes dónde está Misaki!-

-Usami san, ¿De qué habla?, ¿Dónde está Misaki?-

-¡¿Crees que si supiera te estaría preguntando?!.. ¡Perdí el contacto con Misaki desde del día de tu matrimonio, desde ahí apagó su teléfono, fui por él a su apartamento y no había nadie, y hoy.. ¡Kusama no siento mi enlace con Misaki!, mierda.. ¡¿Dónde está?!, ¡Tú debes saber algo!-

-El enlace.. Usami san.. Cállate..- Nowaki pensó que se volvería loco en ese momento, si Misaki rompió el enlace, es porque ya tuvo a su hija o porque..

Sin decir nada más Nowaki se pone en pie, corre hasta su casa para tomar su auto, Hiroki le esperaba en la puerta asustado, cree escucharle que Usami le había hablado hace poco para decirle que había perdido el paradero de Misaki nuevamente. Hiroki le pide que se quede, pero él no lo hará.

Entre sus gritos se va acelerando con su automóvil hasta llegar al lugar dónde habían celebrado su matrimonio, justo en ese momento se está celebrando otro pero no le importa entrar sin ser invitado, se adelanta hasta el árbol dónde vio a Misaki hace un par de días. Con el rostro mojado de lágrimas escarba desesperado usando sus manos, sus dedos y uñas, encuentra el sobre mal trecho y lo abre con desesperación.

Fragilidad. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora