Ya no es debbusy.. Ahora le provoca algo más. El día está tal cómo le gusta, lluvioso y nublado.
La melodía la oye cada vez que sale de casa, lo cual es en mezquinas ocasiones, desde que es un hombre de familia se considera un amante de la sencilla vida del hogar. Su esposo debe estar cómo siempre, viendo la hora y apresurándose en la cocina.
Es día miércoles, "Día de ser sedentarios y ser glotones". Kai prometió un cheesecake, y el prometió un estómago vacío. Su última comida fue a las 10 de la mañana, considerando que son las 6 de la tarde, tiene mucha disposición para comer cómo un salvaje.
El viaje se termina, personalmente se encarga de abrir la reja metálica, regresa a su automóvil, un modelo nada fuera de lo común, es sencillo y tiene carencias que al principio le costó manejar, pero cómo cualquier ser humano, se acostumbró.
El sonido de la reja alertó a su esposo de su llegada. Kai sabe que si hay algo en lo que él es exigente, es en que le reciba en la puerta sin demora. Podrían decir que es un tipo caprichoso.. Pero.. No, sin excusas, es caprichoso, aunque nadie más que él sabe cuanto a cambiado por Kai. Quién le conozca desde hace años, no creería en lo que se a convertido ahora, mucho menos por un omega.
-Kai, no salgas, está lloviendo-
Iason ve a su esposo que obediente se detiene en la puerta, en su mano hay un paraguas y justo en su pierna derecha, una bebé se sujeta a duras penas, sus pequeñas rodillas flaquean pero porsupuesto siendo tozuda, se sostiene cómo puede.
-Bienvenido a casa- La suave voz de Kai le produce satisfacción, ver a ese omega, a su hija, ambos en la puerta esperándole.. ¿Quién diría que podía llegar a ser tan miserable y egoísta?.
Haría lo que fuera por mantener esa vida. No se arrepiente de nada, no se arrepiente de sus fechorias.
Iason camina hasta su esposo, besa su mejilla porque sabe que no le gustan las muestras de afecto profundas, no con la bebé mirándoles. Kai no se opone a sus deseos íntimos, pero sólo tras las puertas cerradas de una habitación.
-Hay un buen aroma en ésta casa- Iason intenta ser simpático, Kai lo ve con un poco de regaño mientras deja el paraguas a un lado y toma una toalla para entregársela.
-Tu ropa está húmeda, por favor ve a cambiarte, debiste salir con un paraguas, pero nunca me haces caso- Kai recoge a la bebé del suelo, la lleva hasta la cocina, Iason le sigue, se distrae mirando a su esposo poner a la criatura en una mesita de comer, es diligente en colocarle un babero, se gira hacía el mesón y de una juguera vierte una pasta de tono claro en una bandejita de conejitos, seguramente es una compota de manzanas.
-No me gusta usar paraguas, siempre los pierdo, no quiero malgastar en algo que perderé una y otra vez- Iason se seca un poco el cabello, ahora lo tiene corto, sigue viéndose encantador, parece que a los omegas le resulta más atractivo con el cabello así. Aunque no es algo que le importe, se cortó el cabello por otras razones.
-Más costoso será comprar medicamentos cuando enfermes- kai se sienta frente a la bebé, le da una cucharada de compota y la boquita de la niña se embarra. Por supuesto el omega es muy diligente con su bebé, con la misma cuchara repasa alrededor de la boca y vuelve a ofrecerla.
-Deja de rezongar, ¿No estás feliz de verme?- Iason se acerca a su bebé, siente el aroma a shampoo y a talco, es un gusto que lo hace vibrar, el aura paternal es evidente mientras acaricia los cabellos suavecitos con la punta de sus dedos blancos. Kai ve a su esposo y se sonroja, cuando Iason se da cuenta, toma el mentón delgado entre sus dedos y besa los labios finos. Se ríe cuando Kai le empuja avergonzado.
-Ve a cambiarte, te dejé ropa lista sobre la cama-
Otra habilidad que Iason disfruta de Kai, es que se ruboriza con mucha facilidad, es un poco arisco a las muestras de cariño, pero luego de unas cuantas tácticas, el omega se suaviza con él.
Iason decide dejar en paz a su esposo, su sonrisa se va diluyendo mientras más se acerca a la habitación matrimonial. Abre la puerta y con total sigilo se asegura con su teléfono personal, de que la cámara en la cocina le muestre a su esposo. Kai sigue alimentando a la bebé así que puede hacer lo que debe.
Iason mueve la cómoda con precaución de no hacer ruido. Justo en el guardapolvos hace un poco de esfuerzo y este se desprende. De ahí saca un teléfono celular, lo enciende y frunce el ceño con la cantidad gigantesca de notificaciones.
Por lo que ve.. Aún no es seguro regresar.
Sudou recibió el último tratamiento de parte de su hermano, todo por medio de uno de sus asistentes, no a podido dar con él, ni siquiera está en la casa Mink dónde pensó que estaría, nadie quiere dar su paradero, Iason se esfumó cómo un fantasma, no quiere que le encuentren, y eso le incluye.No sabe que puede sentir al respecto, ¿Puede sentirse decepcionado cuando nunca fue unido a su hermano?.
La relación de ellos dos fue tirante desde un principio, y no por su hermano, sino por él.
Iason era el maduro, era la estrella brillante de la familia Mink, era rápido en todo, hábil, incluso generoso, mientras que él siempre fue caprichoso y egocéntrico. Envidiaba a su hermano, le asqueaba su éxito, incluso en el amor. Iason siempre estaba rodeado de los mejores prospectos, dónde él llegaba, ahí se iban no sólo los ojos, sino el interés real, un interés serio en un hombre con el que te proyectas a futuro.
Iason nunca fue pretencioso pero si muy elegante, algo contradictorio, pues la elegancia y la presunción muchas veces van arraigadas una de otra. Iason lo lograba, era un hombre elegante y hermoso, la estampa perfecta que podía entrar a un hogar humilde, ser educado y comer lo que se le ofreciera agradeciendo con gracia.
Iason era un buen alfa.. Incluso estaba pendiente de él, de su educación, de sus parejas, Iason se preocupaba más que sus propios padres.
Iason Mink fue bueno.. Lo fue hasta que conoció a Riki, otro alfa al que sacó de la calle, lo ayudó, lo dejó por lo alto, lo amó.. Naturalmente ese amor no fue aceptado por nadie, un alfa junto a otro era una aberración, pero Iason por primera vez fue imprudente, puso a Riki por sobre todos, y luego Riki lo hirió por la espalda, lo mordió destruyendo su vida.
"Que la miseria te refresque mi memoria por toda tu vida".
Eso decía su hermano en un principio, Riki desapareció totalmente luego de la matanza de la familia Mink.
La miseria ya no era suficiente venganza, para su hermano solo había un camino.
Matar a Riki.
Iason cambió, se volvió oscuro y estar cerca de él se convirtió en algo que nadie querría.
Sudou se siente con dos pies ya bajo tierra, morirá, y sabe que ya no son meses, si no días lo que tiene "A favor".
Alguna vez fue caprichoso, alguna vez no le importó su hermano, incluso lo envidió y deseó que algo le saliera mal.
Ahora.. Sólo quiere tomar su mano, no le importa si finge que le quiere, pero le gustaría ver los ojos preocupados de su hermano, ese Iason que todos amaban y él detestaba, ahora lo necesita más que nunca.
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Fragilidad.
FanfictionPorque nada es lo que parece. Usami Akihiko, Takahashi Misaki.. Un amor contra todo pronóstico. Un amor doloroso.. Sufrido, abnegado, dulce y que pasa a hiel en segundos. Los personajes no son de mi autoría, pertenecen a la serie de manga Junjou rom...