Capítulo 27

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Pov Cheryl
Estas tres semanas se han pasado volando, cada vez tengo más contracciones y ya he salido de cuentas. Así que, esta semana tendría a mi segundo hijo. Mi madre llegó hace un par de días. Ella, Lara y yo estamos viendo los dibujos animados en la tele mientras que Toni está en su despacho haciendo unas llamadas para contratar a alguien más en su estudio.

Penelope.- pequeña, ¿quieres qué después hagamos un bizcocho de chocolate?

Lara.- ¿mami, puedo?

Cheryl.- claro que puedes, cariño, no tienes que pedirme permiso para hacerlo.

Lara.- está bien, ¿y papi?

Cheryl.- en su despacho— asintió—.

Me levanté del sofá para ir a la cocina a beber un poco de agua. Justo cuando me la servía en un vaso, sentí una contracción y como mojaba el pantalón del pijama. Miré hacia abajo, encontrándome con todo el suelo de la cocina mojado por mi culpa.

He roto aguas...

Cheryl.- ¡mamá llama a Toni!

Penelope.- ¿qué ha pasado?— pregunté preocupada entrando a la cocina— ¡mierda!

Salió corriendo, me encorvé llevando una mano a la parte baja de mi barriga. Siento mucho dolor en este momento.

Toni.- suegra, lleva las maletas al coche— asintió y miré a Cheryl— vamos.

Pasó su brazo por mi cintura y fuimos andando hasta el coche. Mi hija nos miraba desde el sofá con una sonrisa y se despidió agitando su mano. Yo intenté hacerlo, pero no pude. Una vez en el garaje, mi madre besó rápidamente mi frente y se metió en la casa.

Cheryl.- ¡joder, arranca de una maldita vez!

Toni.- eso intento— dije calmado—.

Cheryl.- ¡mierda, Toni, esto duele!

Se abrieron ambas puertas, la del garaje y la del portón de la casa. Aceleró pisando a fondo y salió disparado del garaje.

Finalmente, llegamos al hospital. Se bajó cerrando la puerta, dio la vuelta al coche y me cogió como recién casados y cerró mi puerta con su pie, echando luego el seguro. Prácticamente él corría hasta llegar a la recepción del hospital.

Toni.- ¡mi novia está de parto!

Unos cuántos enfermeros y enfermeras llegaron hasta donde estábamos. Me sentaron en una silla de ruedas para llevarme al paritorio, Toni me agarraba la mano hasta cierta parte que ya no podía pasar.

Cheryl.- ¡quiero a mi novio conmigo!

Enfermera.- señorita, relájese, su novio tiene que ponerse una bata encima de la ropa.

Grité de dolor, por suerte ya llegamos a la sala de parto y me pusieron en la camilla. Flexioné mis piernas y las abrí.

Enfermera.- necesito que empiece a empujar.

Cheryl.- no lo haré hasta que no venga mi novio, quiero que él esté aquí.

Enfermera.- podría ser perjudicial para el bebé y sobretodo para ti, necesito que lo haga.

Frustrada empecé a empujar. Mis ojos estaban cerrados y mi cabeza hacia atrás. Una cálida mano se posicionó encima de la mía, abrí mis ojos encontrándome a Toni llorando. Agarré su mano, empezando a apretar esta.

Toni.- sigue empujando, cariño— acaricié su frente con mi mano libre— en nada lo tendremos aquí con nosotros.

Enfermero.- el parto puede durar de cuatro a ocho horas y la expulsión veinte minutos.

¿𝙲𝚘𝚖𝚙𝚊𝚗̃𝚎𝚛𝚊𝚜 𝚍𝚎 𝚟𝚒𝚍𝚊? || 𝙲𝚑𝚘𝚗𝚒 𝙶!𝙿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora