«Un Cliché Peculiar» (GC #1)✔©

Capítulo 09: Creando recuerdos memorables.

Ross

Cierro mis ojos con fuerza.

Vamos, Ross. No pienses en ello, solo fue un momento lleno de emociones pasajeras que te confundió.

Sí, tiene que ser eso.

—Hamilton, regresa a tu posición. —grita el entrenador Robinson sacándome de mis pensamientos.

Asiento enseguida colocando de nuevo mi casco.

—Azul, 30. Azul, 30. —bramo con voz fuerte.

Tomo el balón entre mis manos y comienzo a esquivar a los jugadores de la Linebacker. 

Dann pasa de largo y eso me hace saber que está preparado para un pase, por tanto, lanzo el balón de mis manos en un pase al mismo tiempo que esquivo una tacleada, y sigo trotando hasta la línea de Touchdown, luego de que, Dann anotará los 6 puntos de la jugada.

—¡Entrenador! —grito hacia Robinson. 

Él me lanza una mirada y sonrió quitándome mi casco.

—Estamos listo para esa jugada. —anuncio.

—Confió en ti, hijo. —devuelve y luego se levanta de su asiento. 

—Regresen allí a sus culos perezosos, nenazas. —ordena y todos nos formamos de nuevo.

El sudor me está ahogando en estos momentos, pero, está jugada lo es todo.

El sonido del silbato me alerta y el balón cae en mis manos; el jugador número tres bloquea los placajes con éxito. 

Troto hacia atrás en dirección a la tercera yarda. 

Mis ojos vislumbran al número diez llegar a la posición correcta, lanzo el balón hacia él y logra atraparlo dentro de la yarda necesaria para luego retroceder. 

El árbitro hace valer nuestra jugada y con una sonrisa, grito con fuerza.

—¡Lo hicimos! ¡Maldita sea, sí! —grito orgulloso de los muchachos y todos nos lanzamos sobre Prince, el número diez, quién hizo posible la conversión de dos puntos.

Escucho los aplausos de las animadoras, los gritos distintivos de Meg hacia nosotros, y las risas de los chicos.

—¡Buen trabajo! 

El entrenador se aproxima y festeja con nosotros.

Hoy no tengo mi cabeza metida en el pasado. He logrado ser útil para mi equipo y eso me llena de felicidad, el entrenador me da una palmada en el hombro y sonrió con alegría peinando mi cabello hacia atrás.

—Terminamos el entrenamiento. ¡Vayan a limpiar sus culos enlodados! —agrega el entrenador haciéndonos reír.

Troto de regreso hacia Dann, me da un golpe suave en el hombre. Está sonriendo.

—Logramos hacer esa maldita jugada. —festeja y asiento.

Ambos empezamos a caminar, siento mi cuerpo sudoroso. 

Huelo a sudor, me demoraré más de lo usual, quiero una buena ducha está tarde.

Eso me recuerda a que Maya y yo tenemos una sesión está noche, lo cual me lleva a pensar en nuestro momento de anoche en mi departamento.

—Debiste besarla. —murmura Dann a mi lado y me detengo.

—¿De qué hablas?

—Hablo de ti y la chica Healy. 

Un nudo de nervios se forma en mi garganta.

—Era el momento, Ross.

—¿Y tú cómo sabes? ¿Cómo sabes que era el momento? —pregunto frunciendo el ceño.