Maya
Ojos azules me miran impacientes.
¿He tocado alguna fibra sensible, Hamilton?
Supongo que conozco la respuesta de aquello.
No quería presionarlo, incluso es algo pronto para pedirle que hable del tema, pero, Hamilton es fácil de leer cuando está presionado, y justo ahora, acabo de notar algo.
Lo siento, Ross.
Sonrió suavemente para darle un poco de paz.
—Economía. ¿Es divertido? —pregunto y Hamilton da un soplo sin dejar de mirarme.
—Lo es cuando no lo mezclas con política, cosa que sucede todo el tiempo. —responde desenvolviendo su segunda hamburguesa.
—¿Es lo que querías estudiar?
—Es lo que estaba disponible para mí, Healy. —murmura.
—¿Crees que no merecías elegir lo que te gusta?
—Creo en que elegí algo que a futuro me servirá.
—¿Cuál era la carrera que hubieras elegido en lugar de economía?
—Quería ser director de cine.
Proceso su respuesta y nuestras miradas se encuentran.
Siento el aire deslizarse por mi rostro llevándose consigo algunos de mis cabellos.
Ross mantiene sus ojos curiosos en mí: sus manos se retiran de la hamburguesa dejándola caer sobre el recipiente de cartón.
La garganta se me seca, y unos segundos más tarde, caigo en cuenta que estoy siendo abducida por el inquietante momento en que el acento sureño atractivo de Hamilton se ha activado contra mí.
Disipo las ideas, y carraspeo un poco.
—Hollywood.
El tono bajo de Ross me hace mantener la guardia alta.
Profesionalismo, Maya Healy.
—¿Hollywood?
—No era fácil empacar mis maletas, venir aquí y luego ir a Hollywood. Las películas más populares nacen de allí, no de New York, ni mucho menos de Texas.
Sigo cada movimiento facial, desde su sonrisa torcida hasta la formación de líneas de expresión que me indican desgano.
—No todos triunfan. Economía está bien para mí, Maya.
—La masacre de Texas se filmó en Texas, Hamilton. —murmuro. —El diablo viste a la moda en New York, incluyendo muchas series famosas como Gossip Girl. —añado y las comisuras de los labios de Ross se alzan en una sonrisa que me hace imitar el gesto.
—Pudiste hacerlo.
—Eres muy testadura, ¿no es así?
—Eso es lo que dicen. —contesto, divertida.
Los ojos azules de Ross se desplazan por mi rostro.
El viento me ataca de nuevo haciendo que mi cabello se agite oscilando los mechones sueltos.
El aroma de talco y desodorante en aerosol se filtra por mi nariz. Hamilton está muy cerca, y mirándome.
—Quiero creer que sí, Maya. En algún otro universo, yo estaría haciendo lo que en verdad deseara.
Mi respiración se queda atorada; mis manos se aferran a mis vaqueros, mi cuello se alza, y el azul contra el marrón de nuestras miradas no deja la batalla.
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«Un Cliché Peculiar» (GC #1)✔©
RomanceRoss Hamilton. Mariscal estrella de los Lions. Arrogante, sexy, guaperas como algunas lo describen. Aunque, nadie sabe como es en realidad. Ni sus propios compañeros. Maya Healy. Estudiante de psicología. Odia los Clichés. Y sobre todo odia a los...