Capítulo 05: Hamburguesas y Charlas.

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Ross

¿Qué demonios?

¡Auch!

Ruedo por el suelo buscando el estúpido reloj y apagando la maldita alarma. 

Me coloco de pie barriendo mi vista por el lugar. 

Mi habitación está siendo invadida por los rayos del sol; camino a pasos lentos hasta la ventana cerrando la cortina de un tirón, regreso a la cama, pero, mis ganas de dormir son llevadas al carajo cuándo mi puerta es abatida por golpes en la madera de ésta.

—¡Pon tú feo culo malhumorado acá afuera, Ross! 

Irritado alejo la sobrecama de mi cuerpo y descalzo salgo de mi habitación. 

Me duele la cabeza por los gritos chillones de Colton contra mi puerta.

No está siendo una buena mañana para mí si me levantan de este modo. 

El malhumor se calma al ver a Megan sirviendo un delicioso desayuno; mi estómago gruñe con fuerzas. Por tanto, me apresuró hasta que el rostro de Meg me da una sonrisa, me acerco dejando caer mi cabeza contra la suya suavemente como un saludo. Siempre lo hago.

—Eres mi persona favorita, ¿lo sabías? —sus labios resuenan en una risa suave. 

—Vale, y tú la mía. Lava tus manos y siéntate a comer, muñeco. —pronuncia ella y a velocidad me escabullo a la cocina lavando mis manos allí para regresar al comedor con prisa. 

Me dejo caer en mi asiento tomando la primera rebanada de tostada con mermelada.

¡Rico! ¡Esto es un buen lunes!

—¡Quítate, Troy! ¡Mierda, déjame pasar! —el grito molesto de Dann me hace sonreír con diversión. 

—¡Pero, que puto eres Dann! ¡La primera rebanada es mía! 

La voz de Colton se apresura en el término del pasillo y cuándo me giro a ver a ese par de idiotas me encuentro con que ambos caen al suelo en un estruendoso golpe. Sus cuerpos se deslizan por el porcelanato de la sala de estar.

—¡Hijos de puta! ¿No se pueden comportar como las personas normales? ¡Quiero dormir, jodida mierda! ¡McDuggents! ¡Colton! Es mejor que estén sentados en la puta mesa porque sí los llego a alcanzar fuera de ella recibirán mis puños en sus rostros y culos flácidos. 

Echo una risa junto a Megan a pesar de los odiosos insultos que involucran aquella palabra que odio escuchar o usar.

Al visualizar a Dann y Colton levantándose apresuradamente hacia la cocina y de retorno al comedor, la ventisca de Dann a mi lado me hace sonreír divertido.

Cinco segundos después, Prince aparece en su pijama de Reptar. Color verde chillón.

Los ojos de Megan me dan una severa reprimenda al igual que lo hace con su novio, y Dann. 

Nos está prohibiendo reírnos del pijama de nuestro amigo, pero, es que, no puedo aguantarme la risa, los tres nos carcajeamos con fuerza mientras Meg arruga el ceño y niega lentamente para beber de su taza de café.

—Jodidos imbéciles —masculla Prince dándonos un golpe en la nuca a cada uno de forma secuencial y un beso en la mejilla para Megan.

Mis mejores amigos son unas cabezas duras que para mi suerte tienen personalidades únicas que no chocan con ninguno, al menos no siempre, algunos nos llaman inmaduros, pero, eso nos trae sin cuidado.

Ser como somos nos trae diversión saludable.

Prince se sienta a lado de Meg después de lavar sus manos. 

«Un Cliché Peculiar» (GC #1)✔©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora