Ross
Mi cabeza está a punto de estallar.
De todas las personas; a mí me tenían que dejar a cargo del evento de este 4 de julio. Habiendo tantas manos levantadas ofreciéndose a hacer todo el trabajo.
El entrenador se está cobrando mis retrasos en las mañanas, pero, no puede culparme si tengo a Maya durmiendo conmigo, sinceramente, no me place levantarme de mi cama cuándo ella se queda a dormir. Por ello, estoy tirando de las fundas de banderines de la tienda y un montón de globos azules y rojos.
Dann se mantiene riendo a mi lado cuándo gruño por su pregunta estúpida sobre estar feliz haciendo esto. Lo cierto es que lo odio, sin embargo, me agrada que Dann este acompañándome, siento que la enorme brecha que estaba causando su comportamiento extraño se ha alejado y vuelve a hacer mi mejor amigo.
Adoro a este idiota, enserio que sí.
Los pasos apresurados del corredor me hacen girarme para encontrar a Prince con el aliento hecho polvo mientras se tira sobre el suelo exhausto. Detrás de él aparece Colton con una espuma para carnaval que va rociando hacia su mejor amigo; no puedo evitar reírme de lo que está ocurriendo hasta que Troy decide atacarme con esa tontería logrando manchar mi camiseta y cabello haciendo que gruña, de nuevo.
—Maldito idiota, ¿ahora no te ríes? ¿por qué será? —grita Prince levantándose del suelo con un montón de espuma de colores en su cabello y en su boca como barba.
—¡Joder!, pero, si te ha dejado como Santa Claus. —se ríe, Dann. Troy, también, lanza un poco de espuma hacia él; logrando que Dann grite y lance maldiciones.
—¡Basta, tontos! ¡No tengo dinero para pagar toda esta mierda! —me quejo.
Suelto un resoplido, pero, eso no parece importarles porque ahora frente a mí se lanzan un paquete de harina estampando la mierda esa; cerca de mis zapatos.
—¡Jodida mierda! —chillo, frustrado.
Sin embargo, también me uno a la diversión con ellos, y tomo la espuma que Troy llevaba para rociarlos a los tres tontos que juegan con la harina. Pronto estoy siendo víctima de colorante en mi rostro.
El altavoz de los pasillos se enciende mientras una voz monótona se avecina regañándonos por estar haciendo un desorden en el pasillo cinco de decoraciones. Así mismo, nombran a los de limpieza para que se encarguen.
—¡Corran mierda! ¡Corran! —grito con prisa; recogiendo el paquete de globos que se ha caído del carrito del supermercado y avanzamos hacia el cajero más cercanos mientras limpiamos nuestro desastre sobre el cabello, ropa, y zapatos.
Troy parece un espía de la milicia con la cara manchada de colorante verde y azul al igual que yo, mientras que, Dann está sacudiendo sus zapatos y Prince se limpia la harina del cuello.
Los cuatro nos encaminamos hacia la salida, y subimos a la SUV Ford de Dann con las compras.
—Salir con ustedes es un fastidio. —me quejo, cerrando la puerta del auto.
—Mentiras. —habla, Prince. —Salir con nosotros es un verdadero honor, gruñón. —añade.
—¿Podrá ser que Maya le esté contagiando el mal humor? —pregunta Dann en una risa.
—Pero, qué dices. Su cielito es un pan de Dios, ¿no es así, Hal? —se burla Prince y le enseño el dedo del corazón mientras lanzo un "Joder".
—Cierren el pico, chicos. —señala, Colton. —Ross está mal humorado porque lo sacamos de la cama tan temprano para esto. ¿Acaso no vieron su cara de pena mientras se despedía de Maya en la salida? —añade, Troy.
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«Un Cliché Peculiar» (GC #1)✔©
Любовные романыRoss Hamilton. Mariscal estrella de los Lions. Arrogante, sexy, guaperas como algunas lo describen. Aunque, nadie sabe como es en realidad. Ni sus propios compañeros. Maya Healy. Estudiante de psicología. Odia los Clichés. Y sobre todo odia a los...