Capítulo XXIV

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Han pasado tres semanas desde que Troy y yo nos separamos, las tres semanas más difíciles de mi vida, pero al menos estuve algo entretenida con este nuevo empleo, viendo y conociendo personas nuevas.

Pero ninguna como él.

—Serán ocho dólares con cincuenta, por favor —Ocho dólares con cincuenta, un capuchino y un maldito muffin, ocho dólares con cincuenta, un maldito galón de leche. Tomo el dinero y lo guardo en la caja mientras Dan se encarga de entregar el pedido a un cliente.

—Bienvenidos a Shawna's ¿Puedo tomar su orden? —pregunto al siguiente en línea, un joven vestido con una camisa a cuadros muy llamativa y pantalones muy ajustados que no despega los ojos de su teléfono celular.

—Me gustaría un café con leche sin lactosa por favor y seis donas de vainilla con glaseado de chocolate, para llevar.

—Está bien —recibo el dinero, preparo el pedido de café y ruego a Dan que me ayude a preparar la caja de donas para llevar. Al terminar de preparar el café se lo entrego: —Allí tiene azúcar, azúcar orgánica, edulcorante, lo que guste. Mi compañero preparará la caja de donas ¡Gracias! Qué tenga un buen día.

Las ventas de la cafetería aumentaron en los últimos días. Shawna destacó el esfuerzo que estamos haciendo Dan y yo.

— ¡Siguiente, por favor! —digo sin despegar la mirada de los botones de la caja registradora y las anotaciones de los códigos de productos.

Recordar todos estos números es más difícil de lo que creí.

—Me gustaría un café con leche de soja —dice una voz algo familiar del otro lado.

—Serán nueve dólares, por favor —levanto la mirada y sonrío al ver a Allison, me devuelve el gesto cuando me reconoce.

— ¡Hola! —Le saludo — ¿Qué haces aquí?

—Estaba mirando departamentos en el vecindario, vine con mi novio. Queremos mudarnos antes de la boda.

— ¡Eso es genial! ¿Dónde está?

—Tuvo una emergencia en el trabajo, aproveché y vine aquí unos minutos —Allison examina con la mirada mi uniforme — ¿Trabajas aquí ahora?

Sonrío y levanto los hombros —Tal como ves —aspiro ruidosamente — ¿Cómo has estado?

—Ehr... bien, bien.

—Sólo quiero un café y me largo de aquí —nos interrumpe un cliente que ese encuentra formando fila, detrás de Allison.

—Disculpe Señor por favor, tomaré su orden ahora. Allison ¿Me puedes esperar unos segundos?

—Seguro.

Rápidamente tomo el pedido del cliente que se quejó, yo misma preparo su café y se lo entrego de inmediato. Corro hacia la parte trasera de la cafetería para buscar a Shawna y pedirle unos minutos libres para poder hablar con Allison. Ni bien responde que sí, me quito el delantal y pido a Dan que prepare el café con leche de soja para Allison.

Llevo su pedido hasta una de las mesas de la cafetería, donde me espera sentada:

— ¿Cómo están las cosas por allí? —pregunto al bajar el vaso sobre la mesa. No soy capaz de pronunciar ni su apellido.

—Todo marcha en orden ¿Cómo estás tú? —pregunta, poniendo énfasis en tú.

Relamo mis labios antes de responder —Tuve mejores días —la observo de manera a que pueda entender lo que quiero que sepa.

Llámame CrystalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora