No debería ser / Aizawa X TN

Revancha

Desperté con un dolor en la cabeza, no sabía en dónde estaba, pero sabía que no era el mismo sitio de antes. Además de ese dolor, tenía una sensación extraña en el cuerpo, de repente me sentía más fuerte, parecía cómo si mi quirk hubiese regresado, pero no podía confirmarlo, ya que no sabía si habría alguien cerca y no estaba tan equivocada.

-Ya casi es la hora.- dijo Dabi entrando a la habitación.

-¿Dónde está Aizawa?- pregunté mientras recuperaba la conciencia poco a poco.

-Con Twice.- dijo mientras quitaba de su hombro una mochila negra que traía cargando. 

-¿Quién es Twice?- pregunté, pero no obtuve respuesta.

-Dime una cosa, ¿Estarías dispuesta a dar tu vida por Aizawa?-

-Por supuesto que sí, siempre y cuando cumplas tu palabra.- dije con la voz quebrada.  -No pienso hacer nada hasta que sepa que él se encuentra a salvo en la agencia de Hawks.-

-No estás en posición de poner condiciones.- dijo con hostilidad.

-De todos modos, no haré nada hasta que me dejen hablar con Aizawa.- respondí.

Mientras hablábamos posicionaba mis manos para tratar de liberar la cuerda tras mi espalda tratando de hacer pequeños disparos de energía con mi quirk.

Dabi me ignoró por completo, pero comenzó a sacar un objeto de su mochila. Parecía una pequeña caja negra, junto a un rollo de cinta adhesiva.

-Endeavor está a punto de recibir un homenaje por ser nombrado el héroe número uno. Tú le darás ésto y saldrás de ahí antes de que alguien te atrape, eso sí quieres volver a ver a tu querido Aizawa.- explicaba su plan.

-¿Qué demonios quieres con Endeavor? ¿No sé supone que sólo querías vengarte de tu padre?- pregunté para ganar más tiempo.

-El maldito Endeavor es mi padre.- Dijo quedándose totalmente inmóvil.

Su respuesta me dejó la sangre helada.

-No es...-

-¿Posible?- rió. -El número uno de mierda me usó cómo sujeto de prueba. Estuvo jugando a ser Dios con sus hijos y una vez que ya no le era útil, me hizo a un lado para concentrarse en el maldito Shoto. ¡Por su culpa quedé así!- dijo señalando sus cicatrices con ira. -¡Y míralo ahora! ¡El hombre se enorgullece de ser el héroe número uno, sólo porque la gente no sabe toda la mierda que esconde detrás! Y no sólo él, todos los héroes lo hacen. En ésta sociedad podrida sólo los alaban por tener increíbles quirks, mientras que los menos favorecidos sufren si no son lo suficientemente poderosos.-

-¡No todos son así!- repliqué.

Dabi dejó las cosas en el suelo y se acercó lentamente para colocar su rostro frente al mío.-¿No fue eso lo que le pasó a tu hermano? Él no tenía un quirk, ¿Cierto? Si lo hubiera tenido, se habría defendido. Oh no, Espera. Tampoco lo había hecho, porque la ley no lo permite.-

-¡Tú mataste a mi hermano, idiota!- dije indignada.

-No. Yo no lo maté. Ni siquiera sé quién lo hizo.- dijo indiferente.

-¡¿Cómo puedes ser tan insensible?!- grité.

Cada palabra suya me llenaba de ira. No podía ser posible que éste psicópata fuera pariente de alguien cómo Shoto.

Dabi rió. -El maldito me las va a pagar hoy. Va a morir a manos de una prometedora jovencita a la que la sociedad le arrebató a su familia sin recibir justicia por sus muertes. Muchas gracias, TN.- dijo sarcástico mientras tenía una sonrisa de oreja a oreja.